Ocupó el espacio de la sala Sur del palacio islámico.
Mandada construir por Pedro IV, mediante un documento real fechado el 15 de enero de 1361, conocemos que el rey ordena preparar el altar y poner puertas y cerradura en la “capella de la reyna del Aljafería de Çasagoça” para la que se había hecho un retablo al temple dedicado a San Jorge. Por este documento podemos identificar la capilla de San Jorge con la nueva capilla de la Reina (doña Leonor de Sicilia, tercera esposa del rey entre 1349 y 1375), y determinar que las obras ya estarían finalizadas a principios de 1361, puesto que se procede a dotarla de inmediato de un retablo dedicado a San Jorge, su titular.
Entre 1399 y 1437 la capilla albergó el Santo Grial, mandado traer por Martín I del Monasterio de San Juan de la Peña con motivo de su boda, con la finalidad de que pudiera ser venerado por todos los invitados.
En 1867 la capilla es destruida a raíz de la ejecución de las obras cuartelarías, conservándose únicamente un rosetón lobulado y una serie de capiteles y basas musulmanas pertenecientes a las estancias del antiguo palacio hudí sobre el que se edificó la capilla.