Oratorio visigodo de La Muela. InicioWEB personal con 42.629 páginas, 186.021 imágenes
 Inicio 
 Sitios 
 Setas 
 Otras 
Sitios > Europa > Unión Europea > España > Andalucía > Provincia de Jaén > Cambil
Oratorio visigodo de La Muela
Religioso, Visigodo
ImprimirInformaciónMandar
Oratorio visigodo de La Muela. RefectorioOratorio visigodo de La Muela. RefectorioOratorio visigodo de La Muela. Refectorio
Oratorio visigodo de La Muela. Celda del AbadOratorio visigodo de La Muela. Sala de los FielesOratorio visigodo de La Muela. Iglesia
Oratorio visigodo de La Muela. Hornacina del refectorioOratorio visigodo de La Muela. CruzOratorio visigodo de La Muela. Guerrero con larga espada y escudo
Oratorio visigodo de La Muela. CigüeñaOratorio visigodo de La Muela. Cruz con sudarioOratorio visigodo de La Muela. Grabados
Oratorio visigodo de La Muela. Epigrafía y solOratorio visigodo de La Muela. CigüeñaOratorio visigodo de La Muela. Cruces
Oratorio visigodo de La Muela. CruzOratorio visigodo de La Muela. CruzOratorio visigodo de La Muela. Cruces
Oratorio visigodo de La Muela. CruzOratorio visigodo de La Muela. Hornacina bajaOratorio visigodo de La Muela. Hornacina
Oratorio visigodo de La Muela. Figura extrañaOratorio visigodo de La Muela. Cruz de Calvario con sudarioOratorio visigodo de La Muela. Cruces
Oratorio visigodo de La Muela. CrucesOratorio visigodo de La Muela. CruzOratorio visigodo de La Muela. Celda del Abad
Oratorio visigodo de La Muela. Guerrero sacando la espadaOratorio visigodo de La Muela. Paso a la habitación lateral del refectorioOratorio visigodo de La Muela. Árbol
Oratorio visigodo de La Muela. Cruz normal y Cruz con sudarioOratorio visigodo de La Muela. CrucesOratorio visigodo de La Muela. Cruz del Calvario
Oratorio visigodo de La Muela. Iglesia y Cueva de los SilosOratorio visigodo de La Muela. Sala de los FielesOratorio visigodo de La Muela. Sala de los Conversos
Oratorio visigodo de La Muela. Dos cigüeñasOratorio visigodo de La Muela. Cruz y figura extrañaOratorio visigodo de La Muela. Cruz compleja
Oratorio visigodo de La Muela. Vista desde el refectorioOratorio visigodo de La Muela. Letras griegas y solOratorio visigodo de La Muela. Celda del Abad
Escucha este texto[Escucha este texto]
  • Se trata de un Eremitorio visigodo-mozárabe.
  • Descubierto en agosto del 2005 por D. Enrique Escobedo Molinos.
  • Está constituido por una decena de cuevas excavadas en la roca, en las que se puede constatar la existencia de una pequeña iglesia absidal, con simbologías genuinamente cristianas, así como numerosos grabados en otra de las cuevas, con motivos cruciformes, aves, guerreros y otras representaciones de clara simbología eremítica.
  • Se ubica en la margen derecha del Arroyo Salado o Río de Arbuñiel, próximo a su confluencia con el Río de Cambil.
  • A una altitud de 730 metros sobre el nivel del mar.
  • En la parte superior de la meseta que forma La Muela se localizan varias tumbas excavadas en la roca (Necrópolis visigoda de La Muela), probablemente pertenecientes a los miembros de la comunidad eremítica que habitara las cuevas.
  • Las cuevas presentan las bocas de entrada orientadas al suroeste y a una altura que oscila entre los 6 y los 12 metros, no siendo accesibles sin los adecuados preparativos técnicos.
  • El conjunto de cuevas se encuentran agrupadas en dos núcleos separados entre sí por unos cincuenta metros, el núcleo inferior, situado más hacia el oeste, presenta cuatro entradas y el núcleo superior situado más hacia el este presenta seis. Entre ambos, pero más próximas al inferior encontramos el comienzo de excavación de otras nuevas cuevas, éstas ya, más próximas al suelo.
  • De las seis cuevas del conjunto superior, dos aún no han sido exploradas, dada la altura y la dificultad que presenta su acceso. Estas dos cuevas probablemente se correspondan con pequeñas celdas eremitas al igual que la mayoría de las ya exploradas.
  • La cueva más inferior de este grupo aparece parcialmente destruida por la erosión, habiendo perdido parte de la cubierta por desprendimiento de ésta.
  • La siguiente cueva, situada a la derecha de ésta, la llamada la Cueva los Silos, por presentar en su interior dos curiosas excavaciones circulares realizadas en el suelo, de más de un metro de diámetro y de una profundidad desconocida al encontrarse parcialmente colmatadas por los propios derrubios de la cueva.
  • Estas dos cuevas descritas se corresponden con pequeñas celdas eremíticas, para una o dos personas a lo máximo.
  • Situadas por encima de las ya descritas y prácticamente contiguas entre sí, encontramos las dos entradas restantes, siendo éstas las más grandes de este conjunto y dando acceso ambas a una misma cueva. Se trata de la Iglesia. Presenta una planta rectangular adsidiada con unas dimensiones aproximadas de 7’5 metros de largo por 2’5 metros de ancho, (cumple por tanto la proporción clásica de 3 a 1 de las primeras iglesias) estando orientado su eje longitudinal en la dirección noroeste – sureste. (Próximo al conocido como eje litúrgico Este – Oeste de muchas iglesias aunque como bien sabemos esto nunca fue objeto de norma y en este caso condicionado además por la propia orografía del terreno). El interior de esta cueva aparece dividido en tres espacios claramente diferenciados entre sí siguiendo el eje longitudinal.
  • El situado más al sureste es el que se correspondería con la zona de los conversos y los fieles, estando el techo de este espacio formado por una bóveda muy rebajada, casi plana, situada a unos dos metros del suelo. Al fondo de esta sala encontramos un pequeño resalte a modo de sillón y, así mismo, en el lateral que da vista al acantilado, aparecen unos mechinales, donde estarían encajados los elementos de madera que harían el cierre de la sala y evitarían la caída al vacío.
  • La siguiente sala ocupa la parte central de la cueva y comunica a un lado con la sala de los conversos, y al otro con el ábside. La comunicación con la sala de los conversos la realiza a través de un curioso arco de herradura, de jambas casi inexistentes, tallado en la propia roca y con unas dimensiones de 115 centímetros de alto, y una anchura variable: 84 centímetros en la zona central, y tan solo 60 centímetros en la base. De las tres salas que forman esta cueva, ésta es la más espaciosa, presentando, al igual que la anterior, todo un lateral abierto al acantilado. Es la sala que ocuparían los miembros de la comunidad durante la celebración del culto religioso.
  • La última sala de esta cueva la constituiría el ábside, y es la única que no comunica directamente con el exterior; La planta de la misma es semicircular, con unas dimensiones aproximadas de 1 metro de radio por una altura máxima de 1’60 metros; presenta el suelo algo más elevado que el resto de la cueva, encontrándose el mismo destrozado, en parte, por la labor de los busca tesoros. El acceso a esta sala se realiza directamente desde el coro a través de un cancel, que en tiempos debió estar rematado por un grueso dintel o trabe de 190 cms de largo por 20 cms de ancho y 12 cms de grueso - hoy desgraciadamente desaparecido - conservándose tan solo las zonas de anclaje del mismo, de donde se deducen las anteriores medidas. Interiormente y a nivel del suelo aparecen también unos huecos de anclaje , probablemente para un escalón. El techo del presbiterio esta formado por una boveda en forma de concha de viera, presentando siete nervaduras que convergen a nivel del cancel de entrada; en la pared del fondo encontramos un frontal rectangular rehundido de 172 cms de ancho por 55 cms de alto y 14 cms de fondo, a modo de testero, y en el que aparece en su parte central una cruz latina en relieve de 45 cms de alta por 39 cms de ancha, con un grueso de brazos y larguero de 8 cms. Por debajo de la cruz y un poco por debajo de la línea inferior del testero aparece dos toscas ménsulas formadas cada una de ellas por cuatro pilastrillas pareadas que probablemente servirían de apoyo posterior para el tablero de la mesa de altar, encontrándose una de ellas destruida en su mayor parte. Se completa el conjunto con varias hornacinas, practicadas en diversos puntos: la primera de ellas alargada, realizada por debajo de la mesa de altar prácticamente a nivel de suelo, cuyo uso desconocemos, aunque bien pudiera ser el sepulcro donde se guardaran las reliquias de algunos Santos y otra situada a la izquierda del testero, probablemente para depositar los objetos del uso litúrgico a modo de credencia. Dada la distribución de la sala, su tamaño y altura, el oficiante del culto litúrgico realizaba éste de rodillas y de espaldas a los fieles, pues la altura de la mesa de altar es de tan solo cincuenta centímetros sobre el nivel del suelo.
  • El siguiente grupo de cuevas situado medio centenar de metros mas abajo, hacia el este, sobre el mismo farallón rocoso.
  • De sus cuatro bocas de entrada, las dos situadas mas a la izquierda se corresponden con cuevas o celdas eremititas, mientras que las otras dos bocas en realidad se corresponden con una única cueva, de mayor dimensión que las celdas y la denominada El Refectorio, presentando comunicación exterior directa con la celda mas baja de las dos anteriores.
  • El Refectorio se trata en realidad de una única cueva, que ha sido dividida artificialmente y en sentido longitudinal en tres salas mediante la construcción de muros de mampostería enlucidos con una gruesa capa de yeso. La sala más interior, la situada mas hacia el oeste , es de planta rectangular de unos tres metros de larga por unos dos de ancha y una altura aproximada de dos metros; esta sala no presenta comunicación directa con el exterior y se accede a ella desde la sala central de la cueva a través de un pequeño portillo, de tan solo 136 cm. de alto por 53 cm. de ancho, rematado en forma de arco de medio punto; En el interior y en la pared opuesta a la entrada se aprecian los restos de una especie de banco corrido; todas las paredes aparecen ennegrecidas por el humo de los fuegos que han encendido en su interior en épocas recientes, y el suelo aparece removido, fruto del trabajo de los busca tesoros. Dadas las características constructivas y las mejores condiciones de habitabilidad de esta sala, pudiera tratarse de la celda del Abad de esta comunidad cenobítica.
  • En el extremo opuesto de la cueva se encuentra otra pequeña sala, ésta muy deteriorada y desprotegida, abierta casi totalmente al exterior, cuya única peculiaridad es la de presentar una gran hornacina de cuarto de esfera a nivel del suelo en la pared situada frente al acantilado. El acceso a esta sala se realiza también desde la sala central a través de un pequeño arco muy deteriorado.
  • La sala central de la cueva resulta la más grandiosa del conjunto, y la más fácilmente visible desde el exterior; su planta es casi cuadrada ( 2’62 m de largo por 2’30 m de ancho) y de sus cuatro paredes, la que da al acantilado resulta inexistente, y la pared situada frente a ésta presenta una gran hornacina o alacena rectangular situada unos cuarenta centímetros por encima del suelo, con unas dimensiones de 120 cm. de altura por 90 cm. de anchura y un fondo de 80 cm., presentando además unos pequeños resaltes a mitad de su altura para apoyar un basar. Las dos restantes paredes separan a esta sala de la sala del Abad y de la sala contigua. Toda la sala aparece cubierta por una bóveda de medio cañón muy rebajada, en el sentido del eje que va desde el hueco de entrada a la pared de la hornacina o alacena. Es la única sala de todo el conjunto cenobítico cuyas paredes aparecen enlucidas por una capa de yeso y es precisamente sobre estas paredes donde se encuentra la gran sorpresa de estas cuevas: los grabados.
  • Encontramos una serie de grabados, antiguos y numerosos, del orden de varias decenas, que tapizan de manera casi imperceptible las paredes de esta sala. Aparecen grabados sobre el yeso de las paredes utilizando un fino punzón; su forma y tamaño, es muy variado y su distribución totalmente anárquica, superponiéndose a veces unos sobre otros. Entre los motivos grabados predominan principalmente, con un amplio abanico de formas iconográficas, los cruciformes, pues veinte de los treinta y dos grabados recogidos se corresponden con cruces de calvario, provistas o no de la representación simbólica del sudario del descenso. Tres grabados se corresponden con aves, de las cuales dos se pueden identificar con cigüeñas, dos más se corresponden con figuras antropomorfas de guerreros y las cuatro restantes se reparten entre dos epigrafías, en una de las cuales leemos la palabra SAN, un grabado que podría ser una representación solar y otro de gran tamaño junto a una cruz. En uno de los laterales del arco de entrada a sala del Abad, aparece junto a otras representaciones una pequeña cruz bizantina.
  • En el repartimiento de 600 fanegas en Cambil y Alhabar, realizado en 1544, al realizar la ubicación sobre el terreno de cada una de las suertes, aparece la siguiente descripción: “dos suertes de tierra de tres fanegas cada una en los rodeos por encima de la celda de fray Juan”.

Contadores
Página confeccionada por Francisco Miguel Merino Laguna
Ver 2-20042301