Destaca en él, en el ángulo superior izquierdo y adaptándose a un saliente curvilíneo de la roca, un ramiforme constituido por un gran trazo en forma de T con cinco pares de trazos paralelos ligeramente caídos adosados a ambos lados con una serie de puntos en sus extremos. Abajo y a la derecha de la figura anterior se observa una extraña figura, de tipología indefinida, que se asemeja a un cuatro dibujado al revés y algunos trazos, puntos y restos de dos antropomorfos.
Nombrada por Enrique Romero de Torres en 1913: La Cueva del Arroyo de los Arcos. En este sitio hay gran variedad de formas de ídolos neolíticos y en gran número recuerdan a muchos peñones pintados de Fuencaliente y algunos de los ídolos pintados dentro de los dólmenes franceses.