Convento de San Miguel de La Almoraima. InicioWEB personal con 42.657 páginas, 186.294 imágenes
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Convento de San Miguel de La Almoraima
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Convento de San Miguel de La Almoraima. Convento de San Miguel de La Almoraima. TorreConvento de San Miguel de La Almoraima. Azulejos
Convento de San Miguel de La Almoraima. PlazaConvento de San Miguel de La Almoraima. PlazaConvento de San Miguel de La Almoraima. Torre
Convento de San Miguel de La Almoraima. Escaleras de la torreConvento de San Miguel de La Almoraima. Escaleras de la torreConvento de San Miguel de La Almoraima. Fachada
Convento de San Miguel de La Almoraima. Ventana de la torreConvento de San Miguel de La Almoraima. Vistas desde la torreConvento de San Miguel de La Almoraima.
Convento de San Miguel de La Almoraima. Patio lateralConvento de San Miguel de La Almoraima. ClaustroConvento de San Miguel de La Almoraima. Iglesia
Convento de San Miguel de La Almoraima. EspadañaConvento de San Miguel de La Almoraima. Instalaciones de la piscinaConvento de San Miguel de La Almoraima. Tejados
Convento de San Miguel de La Almoraima. Baldosas de la torreConvento de San Miguel de La Almoraima. Baldosas de la torreConvento de San Miguel de La Almoraima. Baldosas de la torre
Convento de San Miguel de La Almoraima. Escaleras de la torre
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  • De estilo barroco.
  • Doña Beatriz Ramírez de Mendoza, condesa de Castellar, que entregó el convento en Sevilla a Fray Juan del Santísimo a finales de septiembre de 1603, fecha en la que toman posesión los Hermanos Mercedarios Descalzos del Monasterio de la Almoraima, según consta en uno de los cuadros que se conservan en el Convento. De hecho, en este lugar se funda esta Orden Religiosa.
  • El Convento de la Almoraima fue el primero de la Orden Reformada, que celebró su tricentenario en este enclave en el 2006, y gozó siempre de la protección de los condes de Castellar hasta que en 1839 fue expropiado por el Estado y Los Descalzos tuvieron que abandonarlo.
  • Al convento dotó la Condesa con una renta de 941 reales sobre el almojarifazgo de Indias y le añadió la capellanía de 22856 maravedises que fundara su marido, ya difunto en 1596.
  • El Convento se enriqueció y a la Huerta del Guadarranque, que recibieron junto con el Convento, se añadieron nuevas y ricas propiedades en distintos lugares de la provincia.
  • En 1782, durante el Gran Sitio de Gibraltar, los mercedarios descalzos del Convento de La Almoraima instalaron una enfermeria y una capilla castrense en San Roque para atender a los heridos que llegaban a esta ciudad desde la línea de asedio. El 27 de febrero de ese año, murio en uno de los asaltos, el insigne poeta don José Cadalso y Vázquez, el cual fue enterrado en dicha capilla, aunque, más tarde, sus restos fueron trasladados a la iglesia parroquial.
  • En el mes de octubre del año 1811, una columna del ejército francés estacionado cerca de Gibraltar, avanzó hasta el Convento de La Almoraima. Los religiosos habían abandonado el monasterio avisados de la presencia enemiga. Los soldados invasores saquearon las dependencias y la iglesia. Los cuadros originaes que se encontraban colgados en las calles laterales del retablo mayor fueron destruidos o robados en el transcurso de estos tristes acontecimientos, ya que los que actualmente se localizan ese espacio del retablo porceden de otros lugares.
  • Entre 1837 y 1840, con la desamortización emprendida por el gobierno, los frailes ven como sus bienes son puestos a la venta uno tras otro. Primero las heredades de Terifa y Algeciras, luego las tierras que rodeaban el edificio conventual y por último el propio convento. Este edificio no debió salir a subasta, pues su antiguo dueño, el duque de Medinaceli entablo pleito contra la Hacienda Pública para exigir la devolución de sus propiedades, principalmente el Convento de La Almoraima y la finca circundante. En el caso del convento se basaban las alegaciones en que el monasterio nunca había pertenecido a los frailes, sino que éstos lo tenían en calidad de bien reversible.
  • En 1868 se falló a favor de la Casa Ducal y ese mismo año se restituyó el convento al de Medinaceli.
    Dueño de nuevo del monasterio y de la finca, el duque inició la remodelación del viejo edificio, transformándolo en un lujoso palacete donde él y despues sus sucesores, residían largas temporadas hasta que se vendió la propiedad en 1970.
  • El convento y las 16.000 hectáreas de La Almoraima se puso de moda en la corte.
  • El duque de Medinaceli convirtió la finca en uno de los más selectos cotos de caza del país. Nobles, acuadalados financieros y militares de prestigio se dan cita bajo invitación en los lujosos salones de la Casa Convento para participar en las monterías que se organizan cada año en los frondosos bosques del término.
  • Las reuniones de altos mandatarios políticos también estaban al orden del día. De hecho, muy asídua a este lugar era su Majestad la Reina Victoria Eugenia. Fueron las dehesas preferidas de la casa ducal. De ellas obtenían cada año cuantiosas rentas.
  • Cuando en 1890 se inaugura la línea de Ferrocarril Algeciras- Bobadilla en su tramo de Jimena a Algeciras, se construyó un apeadero cerca del convento - palacio para uso exclusivo de la Casa Ducal y sus invitados. En la actualidad este apeadero se ha convertido en la Estación Férrea de La Almoraima.
  • El 2 de febrero de 1906 llegan a la Almoraima los representantes extranjeros y españoles en la Conferencia de Algeciras. Después de visitar el convento y la finca, fueron obsequiados con un almuerzo que se sirvio en los jardines de la suntuosa mansión.
  • En 1934, el gobierno de la II República entrega las tierras expropiadas al Ayuntamiento para que éste las ponga en explotación.
  • Hubo un intento de cooperativismo colectivo campesino en 1936 que resultó un fracaso.
  • En el transcurso de la Guerra Civil, y una vez Castellar en manos del Ejercito Nacional, el gobierno de Burgos ordena la devolución de la finca a sus antiguos dueños.
  • Las monjas adoratrices convirtieron la residencia de verano en un hospital para heridos y prisioneros de guerra mientras que duró la contienda y tiempo posterior bajo la aceptación del Ducado de Medinaceli.
  • En 1945 se crea la empresa corchera La Almoraima y después de años de bonanza, llegó el declive de la misma y, tras declararse ruinosa el último heredero pone en venta el grueso de las 16.000 hectáreas con castillo incluido.
  • En 1972 el rico lote es adquirido por la Empresa Rumasa.
  • En la actualidad, tras una nueva y sonada expropiación por parte del gobierno en 1983, la finca y la Casa Convento con sus obras de arte pasan a formar parte del Patrimonio del Estado.
  • Hoy, el Convento se ha convertido en una especie de parador que ofrece a los turistas y visitantes un paisaje de bosques exuberantes, caza mayor y el estar alojados en las habitaciones que un día fueron residencia de los Condes de Castellar.
  • El convento es edificio de dos plantas y forma cuadrangular, formado por cuatro crujías que encierran un patio central rodeado de bello pórtico con arcos de medio punto que descansan sobre columnas de piedra arenisca y tosca factura.
  • En medio del patio, una fuente de mármol con estanque octogonal y al sur del conjunto, otra estructura de tres cuerpos que deja en el centro un espacio abierto rodeando un viejo pozo.
    La cubierta es a dos aguas, con tejas árabes, siendo los tejados de las alas norte y este de mayor altura que los otros dos.
  • En la fachada principal y en su ángulo oriental, se levanta una soberbia torre fuerte de sillares y estilo neogótico. Fue totalmente remodelada en el año 1865, según consta en una inscripción sobre azulejos que existe en el primer cuerpo. Se compone de tres cuerpos: El primero de buena cantería con elegantes vanos ojivales pareados y muy esbeltos. El segundo de madera y mampostería enfosca con balaustra de madera formando un balcón circular corrido con cubierta - chapitel y terminado en una veleta. La planta de la torre es octogonal.
  • La cubierta de las crujías está oculta, en la fachada principal, por una balaustrada ciega con relieves y tréboles.
  • A nivel de la primera planta, una galería cubierta, adintelada y sotenida por columnsas de piedra similares a las del claustro y coronada por una balaustrada con macetones.
    Los vanos que se abren hacia el patio son rectangulares, los que dan al exterior, apuntados.
  • El ala norte está ocupada en su totalidad por la iglesia, que se comunica con el claustro a través de una puerta de fábrica reciente. Tiene, el templo otras dos puertas: Una llamda de La Lonja, en el muro del lado del Evangelio y la otra a los pies. La puerta de La Lonja, de arco carpanel, está enmarcada por una sobria decoración muy purista: dos esbeltas columnas dóricas embutidas en el muro, cubiertas con simulado entablamento y frontón formado por molduras.
  • A los pies de la iglesia y perpendicular al plano de la cabecera se levanta una espadaña de dos cuerpos, el primero con dos vanos y campanas, el segundo con un vano más peqeuño cubierto con frontón. Está toda ella encalada y decorada con molduras rectilíneas.
  • La cabecera sobresale, en altura, por encima de la nave principal.
  • La iglesia es de planta rectangular sencilla y cubierta de bóvedas por arista, en cinco tramos, con arcos torales apoyados en pequeñas ménsulas de moldura. A los pies se halla el coro que ocupa tramo y medio de la bóveda, con balaustrada de madera y escudo de la Orden Mercedaria orlado por ubna muy barroca decoración de ramas, hojas y flores.
  • En el lado del Evangelio, antes de llegar a la puerta de La Lonja, se encuentra la pila de agua bendita, que debió servir también de pila bautismal. Es una pieza de piedra roja muy bien esculpida.
  • En el lado de la Epístola, frente a la pila, existe una capillita, convertida en confesionario que debió ser la primitiva puerta que comunicaba la iglesia con las dependencias de los frailes. Más adelante, en mitad de la pared izquierda, se abre la capilla-crucero del Santo Cristo de La Almoraima, con su retablo barroco. Frontera a ésta se encuentra la capilla de Nuestra Sepora de los Reyes con su retablo, también barroco del siglo XVIII.
  • La capilla principal está separada del resto de la nave por dos pilares de pequeño saliente y el presbiterio se halla a distinto nivel que el resto de la iglesia. Una puerta, que se abre en el lado derecho del presbiterio de acceso a la sacristía.

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Página confeccionada por Francisco Miguel Merino Laguna
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