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Historia de Antequera
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Historia de Antequera. Grabado de Van der Wyngaerde siglo XVIHistoria de Antequera. Mapa 1782
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  • Se encuentran vestigios desde el Paleolítico Medio.
  • La Edad del Bronce es la que ha dejado los más importantes restos prehistóricos como son el Conjunto Dolménico de Menga, Viera y El Romeral, fechado entre el 2.500 y 2.000 años a.d.c.
  • En lo que hoy es el cerro calizo sobre el que se asienta el Castillo árabe de la ciudad, existió un núcleo fortificado ibérico que posteriormente se transformó en la Antikaria romana.
  • En la Colegiata de Santa María recientemente aparecieron en este lugar los restos del histórico municipio romano.
  • Hasta el siglo VI, Antequera fue quizás un castellum bizantino
  • Fuentes árabes: se limitan a citar el topónimo o algún dato más. Autores que la citan: Samuel ibn Nagrila siglo XI, Abd Allah Bullugin siglo XI, Al Idrisi siglo XII, Yaqut al Hamawi siglo XIII, Ibn al Jatib siglo XIV, Al Qaqasandi, Al Maqqari siglo XVII.
  • Fuentes cristianas: las crónicas de Juan II relatan la conquista: Crónica de Alvar García de Santamaría, “Crónica de Juan II” de Pérez de Guzmán, “Historiarum Ferdinandi Regis Aragoniae Libri” de Lorenzo Valla, Carta del doctor Alonso Fernández de Cascales
  • Fuentes Historiográficas: García de Yegros, Tejada y Nava, Padre Cabrera, Carter, Solana, Carrasco y Luque, Cristóbal Fernández, Trinidad de Rojas, Guichot, Simonet, José María Fernández (siglos XVII al XX), TORRES BALBÁS (“Antequera islámica”, obra fundamental), Requena, Parejo, Jesús Romero, Alijo Hidalgo, Sebastián Fernández, Manuel Romero, Pavón Maldonado, San Millán Gallarín, José Luis Moreno
  • Antequera fue probablemente conquistada entre el 714 y el 716 en la campaña de Abd el Aziz, que culminó con la ocupación de Málaga.
  • Antaqira quedó dentro de la cora de Reyyo o Raya (actual provincia de Málaga), con capital en Archidona.
  • La conquista sólo supuso la sustitución de un estado por otro: los hispanovisigodos de Antequera pasaron a ser dimníes o protegidos, manteniendo su religión.
  • Población eminentemente rural y dispersa en alquerías, formadas a partir de las villae.
  • Desacuerdo en el reparto de tierras entre el ejército vencedor: revuelta de los bereberes, que habían recibido la peor parte. El califato Omeya envía tropas sirias a la Península.
  • Asentamiento de los yunds sirios del Jordán (Clan Banu I Hasan) en la cora de Raya. Recibieron como pago una participación en los tributos de los  sometidos.
  • Antequera es un hisn o fortaleza-refugio. Archidona concentra el control de los impuestos (yundíes) y actúa como centro difusor de la influencia islámica. Los antequeranos se convierten en mozárabes o mustarib (cristianos arabizados)
  • Desde el siglo IV y hasta los comienzos del siglo XV, no tenemos demasiada documentación sobre Antequera, sin embargo la llegada de los árabes a la que pusieron el nombre de Medina Antaqira abre una nueva época de conflictos consecutivos tras la caída de los omeyas cordobeses.
  • En esta comarca, la revuelta más importante fue la del muladí Omar ibn Hafsum, con centro en Bobastro. Aunque Antequera era un hisn, el centro que citan las fuentes es la Peña de los Enamorados (Dos Amantis), donde se levantaba el “Ummahat al husum” o madre de las fortalezas, dirigidas por los rebeldes.También apoyaron al rebelde: Siyila (Singilia), que desapareció tras la revuelta, y Belda (Cuevas de San Marcos)
  • Se desmantelaron las fortalezas rebeldes (Peña de los Enamorados) y se construyeron fortalezas estatales, de planta cuadrada con torres en los ángulos, hechas de sillares regulares o de tapial.
    Antequera se benefició: pasó a ser un hisn del estado, un punto de pacificación, que concentró a la población de los husum rebeldes.
  • Archidona perdió la capitalidad, que pasó a Málaga, beneficiada por el control cordobés de de la ruta del oro a través del Magreb.
  • Antequera fue sometida por el reino hammudi de Málaga, pero pronto Granada ocupó esta taifa. Antequera pasó entonces al dominio de los ziríes granadinos.
  • En 1.046, el poeta judío Samuel ibn Nagrila, visir del rey Badis de Granada, fechó en Antaqira un poema dedicado a su hijo Yusuf (1ª referencia escrita de la ciudad)
  • A finales del siglo, el último rey zirí de Granada, Abd Allah Bugullin, hace alusión en su obra “Memorias” a la revuelta de su gobernador Tamit en Archidona y Antequera.
  • Hacia 1.147, el geógrafo ceutí, al Idrisi, describe a Antaqira como una madina bien fortificada, en una obra destinada al rey Roger II de Sicilia. Afirma que la madina estaba despoblada. La razón puede estar en la huida de los mozárabes por la intransigencia religiosa de los norteafricanos. Las excavaciones, al contrario, evidencian una ampliación de la madina.
  • En esta etapa, el autor oriental Yaqut al Hamawi se refiere a Antaqira como un hisn,pero este autor nunca estuvo en al Andalus.
  • Desde mediados del siglo XIII, una vez conquistadas Sevilla y Jaén, es cuando Antaqira comenzó a tener importancia como fortaleza militar fronteriza.
  • Antequera ocupó entonces un lugar fronterizo y aumentó su población al acoger a los mudéjares, musulmanes en territorio cristiano, expulsados por Alfonso X el Sabio a causa de la revuelta protagonizada por éstos tras la conquista de Murcia. La muralla se refuerza y aumenta.
  • Antequera tuvo que hacer frente a las escaramuzas cristianas y a las disensiones internas del reino granadino. Alfonso X prometió entregar la villa a la Orden de Santiago, el infante don Juan Manuel consiguió un triunfo cerca de Antequera, Alfonso XI tomó provisiones en esta tierra, “rica en panes et viñas”, en la campaña de Algeciras. Por último, Pedro I el Cruel, aliado del destronado Muhammad V, apoyó el intento de ocupar la plaza, pero sin éxito.
  • El poeta de Loja, ibn al Jatib, en una obra que describe las poblaciones del Reino de Granada, alaba la riqueza de Antequera, pero critica el carácter rebelde de sus habitantes, comprensible por su situación fronteriza.
  • Según al Maqqari (siglo XVII), compilador de fuentes árabes, los historiadores andalusíes afirmaban la existencia de un cadí en Antaqira, lo que supone que la madina tuvo un distrito judicial con alfoz o territorio.
  • Según las crónicas de Juan II y los estudios de Torres Balbás, la madina tuvo una población de unas 2.500 personas, distribuidas en unas 367 viviendas .
  • La extensión sería de unos 63.000 metros cuadrados, distinguiéndose dos recintos amurallados: la alcazaba y la madina.
  • El centro de la madina coincidía con el cruce de los tres caminos de entrada a la ciudad: Puerta de Estepa, de Granada y de Málaga, cerca de Santa María en la actualidad. Allí se situaba la mezquita, de escasas dimensiones. La calle principal partía de la Puerta de Estepa, donde había un oratorio al aire libre o musalla y se ubicaba el zoco o mercado
  • Durante el periodo nazarí proliferaron las rábitas u oratorios de ascetas, que se apartaban de la línea sufista oficial. En las crónicas de la conquista se cita la rábita del Cerro San Cristóbal, que posteriormente pasó a ser la ermita de la Virgen de la Cabeza.
  • Las referencias de al Jatib y de las crónicas cristianas afirman la riqueza agrícola. Los cultivos extensivos tuvieron mayor importancia; además, había expectativas de exportación tras la llegada de los genoveses al puerto de Málaga en el siglo XIV. La red de acequias evidencia el regadío en la Moraleda y el valle del Guadalhorce.
  • El trabajo de la seda está atestiguado y fue continuado por los moriscos hasta su expulsión en el siglo XVII. Aún se mantiene el topónimo de La Moraleda (morera)
  • En la obra del autor oriental al Qaqasandi, que ensalza la cerámica del Valle de Andarax, se afirma que sólo es comaparable a la que se trabaja en Antequera.
  • Antequera era el paso obligado para la exportación de los productos del interior hacia Málaga, cuyo comercio se relanzó en el siglo XIV con los genoveses.
  • Los monarcas castellanos comprendieron su condición de llave del reino de Granada y como tal intentaron conquistarla en distintos momentos.
  • Finalmente sería el Infante Don Fernando "el de Antequera" el que la tomaría definitivamente el 16 de septiembre de 1.410.
  • El Infante instaló tres campamentos: en el Cerro de la Cruz, luego en La Moraleda y otro en el Cerro San Cristóbal. Según las crónicas, contó con 2.500 hombres de armas, 1.000 jinetes y 10.000 peones.
  • Yusuf III mandó un ejército, que fue derrotado en la Boca del Asno.
  • Antaqira fue abandonada por Granada: la rendición sólo era cuestión de tiempo.
  • El ataque se concentró en el punto más vulnerable: la Plaza del Carmen.
  • El alcaide de la ciudad, Al Karmen, rindió la ciudad por hambre y falta de agua.
  • El Infante planteó mantener la frontera alejada de la villa de Antequera. Ocupó las fortalezas de Cabeche (Cauche-Puerto de las Pedrizas), Aznalmara o Castillo de la Mujer (Valle de Abdalajís-Hoya de Málaga) y Jébar (paso natural del Torcal)
  • Los escasos repobladores de Antequera vivieron la inseguridad de la frontera. Eran tan frecuentes los secuestros a ambos lados de la raya para obtener dinero fácil, que en Antequera se consolidó el oficio de la alfaquequería.
  • El cargo de alfaqueque (regulado en las Partidas) dirigía las negociaciones para redimir cautivos.
  • Hasta la toma de Granada, Antequera mantuvo su carácter fronterizo.
  • Las incorporaciones de Sevilla y Granada (1.492) a la Corona de Castilla cambiaron la condición de plaza militar de Antequera por zona de expansión urbanística y demográfica.
  • La presencia musulmana se prolongó con los moriscos (musulmanes convertidos obligatoriamente al cristianismo tras la conquista de Granada), que permanecieron en la ciudad, según García de Yegros, hasta su expulsión de España a principios del siglo XVII. Los moriscos mantuvieron siempre sus raíces islámicas a pesar de estar bautizados.
  • En un tiempo inferior a veinte años pasó de tener algo más de 2.000 habitantes a cerca de 15.000.
  • La feracidad de sus tierras, que podían ser cultivadas sin el peligro a los ataques musulmanes, fue lo que originó esta oleada migratoria.
  • Al igual que la agricultura, las actividades artesanales y mercantiles comienzan a tener importancia.
  • En el siglo XVI, Antequera, llegó a convertirse en una de las más importantes ciudades de Andalucía por su gran actividad comercial, ya que se regulaba el tráfico de mercancias entre los ejes Sevilla-Granada y Málaga-Córdoba.
  • La fundación por los Reyes Católicos de la Colegiata de Santa María la Mayor, tendría una gran importancia para la vida cultural antequerana.
  • En la misma radicaba una Cátedra de Gramática y Latinidad por la que pasaron los más doctos preceptores, como Juan de Vilches, que propiciaron la gestación del Grupo Poético antequerano del manierismo y el barroco.
  • En este período se construyen las parroquias de San Sebastian, San Juan Bautista y san Pedro, San Isidro y Santa María de la Esperanza.
  • Las órdenes religiosas también comienzan a fundar en Antequera. Los conventos de San Zoilo, San Agustín, el Carmen, la Encarnación van levantando sus muros en una auténtica fiebre constructiva.
  • Junto a las construcciones religiosas también van apareciendo edificios civiles de importancia, tales como: Edificio Municipal, Arco de los Gigantes, Templete del Castillo del Papabellotas, Casa del Cabildo de la Plaza Alta, etc.
  • En los aspectos artísticos, el siglo XVII en Antequera está marcado por el manierismo y el barroco, que serán los estilos más definitorios de la estética antequerana. Se construyen las iglesias de la Trinidad, Jesuítas (Loreto), y Santo Domingo; y se inician las de Belén, San Juan de Dios y los Remedios.
  • Entre los siglos XVII y XVIII se levanta uno de los monumentos más emblemáticos del barroco antequerano: La Torre de la Colegiata de San Sebastián.
  • El siglo XVIII una agricultura en auge y una importante actividad artesanal y comercial hacen que Antequera viva el mejor momento de su historia.
  • Por otra, la demanda de obras de arte por parte de la iglesia impulsó la formación de una escuela local de artistas, cuya producción iba destinada en muchas ocasiones a las poblaciones cercanas de las provincias de Córdoba, Sevilla, Málaga.
  • La Antequera del siglo XVIII en lo artístico es la de las iglesias de blancas y rizadas yeserías, los exteriores de ladrillo y los interiores ultradecorados; de las remodelaciones urbanísticas; la de las Cofradías y devociones a imágenes muy concretas. Se levantan ahora las iglesias de la Victoria, las Descalzas, Santa Catalina, Madre de Dios, Santa Eufemia, Santiago, Santa Clara, la Caridad, la Escuela de Cristo, San Miguel, etc. Todas estas construcciones tenían que ser decoradas de retablos, imágenes y lienzos. Tampoco podemos olvidar la importancia de los plateros antequeranos, que en este siglo se agremian en torno a la Cofradía de San Eloy.
  • Existe una arquitectura popular de características peculiares, construyéndose además por la nobleza antequerana palacios y casonas de gran belleza. Algunos de ellos son: el palacio del Marqués de Villadarias, del Conde de Pinofiel, del Conde de Colchado, del Conde de Valdellano, del Barón de Sabasona, etc.
  • En el siglo XIX a causa de una epidemia de fiebre amarilla comienza un descenso demográfico (1.804).
  • En 1.830 empieza la recuperación, con el consiguiente aumento del número de habitantes y la importante reactivación que sufren las actividades económicas.
  • En la agricultura desaparecerían los propietarios jurídicos, sustituidos por una burguesía agraria favorecida por una coyuntura agraria que empezaba a compartir con miembros de la antigua nobleza el poder político local. Esta burguesía tomará la iniciativa de una considerable actividad industrial, partiendo de las actividades artesanales, especialmente la textil lanera.
  • A mediados de la década del ochocientos casi un 25% de la población activa dependía de la elaboración de los tejidos de lana, que se comercializaron por toda España.
  • En el siglo XIX el arte religioso, que tanta importancia tenía, prácticamente desaparece y la arquitectura civil enfila hacia un academicismo de corte burgués y ecléctico.
  • En el siglo XX comienza en Antequera con una estructura de la propiedad desequilibrada, un sector primario de carácter extensivo y progresivamente especializado en el cultivo cerealístico y olivarero, y cada vez menos competitiva.
  • Tras la guerra civil vive momentos de declive económico en medio de enormes miserias sociales.
  • Los años sesenta traerán una fuerte emigración, sufriendo la población un momento de considerable regresión.
  • La Antequera actual vive un momento expansivo, con una agricultura modernizada y una actividad industrial en constante crecimiento.

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