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Historia de Cabra de Santo Cristo
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  • De la prehistoria queda un dolmen en la zona conocida como la cueva del Almez.
  • Los primeros vestigios de la presencia humana en este municipio se remontan al II milenio a C, se trata de un conjunto de objetos correspondientes al ajuar de un enterramiento colectivo de la Edad del Bronce, en una cueva de la Sierra de Cabra.
  • En época romana debió existir un poblamiento disperso por el municipio, con la proliferación de pequeñas explotaciones agropecuarias.
  • Parece ser que en Cabrilla, como se denominaba antes estuvo la antigua Vergilia. también se llamó Egabrum y en su termino municipal se han encontrado muchos restos arqueológicos. Sus ruinas aparecen en un mapa de 1787.
  • Del asentamiento islámico aún se conservan restos de una importante fortificación en el cerro de San Juan, que los investigadores han identificado con la fortaleza de Bagtawira, citada como una de las posesiones de los b. Habil, familia muladí que se reveló contra los emires cordobeses a finales del siglo IX y principios del X, sometidos finalmente por el emir ´Abd al-Rahman III.
  • La población fue conquistada en 1245 por Fernando III y la cedió al Consejo de Úbeda
  • El 25 de Mayo de 1.254, el Rey D. Alfonso X, el Sabio, hizo merced a la ciudad de Ubeda de las aldeas de Santisteban y de Cabra, cuya donación se hace constar en el libro II, fólio 136 de Argote de Molina.
  • En el libro referido, fólio 304 vuelto, se expresa que en 1.417 reinando D. Juan II, ocurrió que, entre los términos de Ubeda y de la frontera de los moros, se encontraba el término de Cabra, el cual no estaba declarado si quedaba en las treguas por los moros del Reino de Granada o por los de Ubeda, y en esta duda entraron los ganados de aquellos, con sus pastores, en el término de Cabra, y los de Ubeda los prendieron.
  • Se establecieron negociaciones amistosas entre moros y cristianos, y D. Alfonso Fernández de Córdoba, Alcayde de los segundos por el Rey de Castilla y Mahomed Cadbon, Alfaque mayor de los moros por el Rey de Granada, los dieron por bien tomados, y mandaron que ni los ganados de los moros ni de los cristianos paciesen en aquel lugar, fuese yermo hasta que otra cosa determinasen.
  • Este hecho demuestra que, a pesar de la cesión hecha en el año 1.254, la ciudad de Ubeda no gozó en mucho tiempo la posesión de la villa de Cabra, toda vez que en 1.417 se hace constar que no estaba declarado en las treguas si quedaba por los del uno o por los del otro reino.
  • A primeros del año 1.420 los moros otra vez introdujeron sus ganados en el término de Cabra, y de nuevo los cristianos de Ubeda los prendieron.
  • Argote de Molina describe en su libro II, capítulo 36, fólios 305 y 306, la relación de éste hecho, en la forma siguiente: En el año 1420 en Martes, por la mañana 13 de Enero hicieron entrada en la tierra de los moros Bernal Porcel y Gonzalo Fernández adalid, de Ubeda y con él algunos caballeros y escuderos de la ciudad de Ubeda. Los cuales teniendo aviso que los moros de Granada andaban en término de Cabra, lugar de Ubeda, con sus ganados, estando determinado por D. Alonso Fernández de Aguilar, juez de moros y cristianos, que ni los ganados de Ubeda ni los de los moros paciesen la yerba ni bebiesen las aguas de dicho término hasta ser juzgado a quien pertenecía. Y estos escuderos tomaron cinco moros y mil ochocientas cabezas de ganado ovejuno y cabrío aplicándolo para sí conforme a los privilegios de Ubeda. Pidieron a Ubeda les diese los dichos moros y ganado, pues ellos hicieron entrada a riesgo de su vida
  • Con motivo de estos sucesos el moro alcayde de Huelma escribió al concejo de Ubeda una carta que así decía: En nombre de Dios la salud , y la vida, y la honra al concejo e a los caballeros nobles e buenos fidalgos del generacio de Ubeda, enviamos a saludar al Alcaide del Castillo de Huelma, e el Aljama e los caballeros. E fagosos saber, que llegará a vosotros el caballero Halí Alconi en razón del ganado que tomastes en Cabra, e las tenedes vosotros, e las tomastes a sin razón, enon les facistes saber a nadie, e nosotros queremos amatar la pelea, e el mal, e quede la paz entre los reyes, e vosotros lebantais o faceis la pena. E sea vuestra nobleza de nos enviar decir por cual razón lo tomastes, que lo fagais por amor de la vecindad e la amiganza, la salud sobre vosotros e piedad de Dios.
  • Y recibida esta carta por los de Ubeda, fuele respondido a Halí Alconi, cómo los moros tenían perdido el ganado conforme a la sentencia de los jueces entre moros y cristianos.
    No satisfizo esta contestación, y en busca de represalias, el Jueves 28 de Marzo del mismo año se juntaron cuatrocientos de a caballo y mil peones, ballesteros lanceros moros del señorío del Rey de Granada, Baza y Guadix, con nueve pendones y entraron por los términos de las villas de Bedmar y Albanchez y corrieron todo el campo, llegaron hasta las barreras de Bedmar, de donde se llevaron doscientos bueyes, doscientas vacas, cautivaron dos cristianos y fueron a Belmez con la cabalgata en satisfacción de la presa que los de Ubeda habían hecho de en los ganados del término de Cabra.
  • Los de Ubeda con su regidor Juan Gonzalez de Molina y algunos caballeros y escuderos con su famoso adalid Diego Fernández y otros, salieron al alcance de los moros y llegaron hasta Quesada, pasaron por Cabra y llegaron a la vista de Belmez, lugar del Rey de Granada, y no lograron alcanzarles.
  • Rota la tregua por los moros, los del concejo de Ubeda, pusieron atalayas en su término y declararon la guerra.
  • Enterado el Rey de Granada de todo y de la junta que se hacía de pendones y caballeros del obispado de Jaén, y bien apercibido de lo que sucedía, por aviso de Hameti Cireli, alcaide de Belmez, llamando a consulta a Narzula, su alguacil mayor, y a los caballeros principales de su consejo por atajar estos hechos, despachó con su poder general por juez entre moros y cristianos a Mahomed Aben Alhacin, y el Rey don Juan proveyó por juez, de parte de los cristianos, al mariscal Diego Fernández de Córdoba, los cuales escribieron en 8 de Junio de aquel año a los alcaides de la frontera, que parasen el rompimiento y entradas que hacían, y que pareciesen ante ellos por sus procuradores con sus querellas, a ser oídos y satisfechos de su justicia. Con lo cual cesaron las entradas que de una y otra parte se hacían.
  • Hasta el año 1492 no pudo disponer con entera libertad Úbeda del término de Cabra.
  • Esta disposición se concretó en un progresivo asentamiento de ganaderos en las tierras del término hasta constituir un pequeño núcleo de viviendas que dieron lugar finalmente a la aparición de una pequeña aldea y nombraron, para su mejor gobierno, dos alcaldes ordinarios y dos concejales.
  • A estos ganaderos les pusieron un tributo de ocho millones de maravedís a cambio de lo cual les entregaron cien cuerdas de tierra a cada uno.
  • En 1561 acudieron cincuenta vecinos más que pidieron a Felipe II les concediera las mismas ventajas que a los anteriores.
  • El rey, en carta dada en Toledo, accedió a lo solicitado.
  • A esta decisión real se opuso Úbeda, pero los habitantes de Cabra ganaron el pleito.
  • Felipe IV nombra como corregidor de Guadix al noble caballero burgalés Jerónimo de Sanvítores y de la Portilla, a donde envía todas sus pertenencias y entre ellas va una pintura, realizada por Jacinto Anguiano, copia de la impresionante talla del gótico naturalista, del siglo XIII, del Santo Cristo de Burgos.
  • La caravana de arrieros en su camino a Guadix, llega a Cabrilla –éste es el topónimo como popularmente se conocía al pueblo en su entorno comarcal- el 20 de Enero de 1637, se aloja en el mesón de María Rienda Soto, mujer de Juan de Salas, y ella obtiene la curación, por intercesión de tan preciado retrato, de una manquedad que sufría en su mano izquierda.
  • El pueblo, se apropio del cuadro, colocándolo en su iglesia parroquial.
  • Apoyado por la ciudad de Guadix y como legítimo propietario del cuadro, exige al nuncio del Papa su devolución.
  • El pueblo, se niega.
  • La intervención de por un lado el obispo de Jaén, cardenal Baltasar de Moscoso y Sandoval, y por otro el prior de la villa, el Dr. Francisco Palomino de Ledesma y Aguilar.
  • El resultado de la gestión del prior es la entrevista realizada en su casa de Cabra el 14 de Septiembre de dicho año, entre el cardenal Moscoso y Sandoval y Jerónimo de Sanvítores
    Mediante la cual se acuerda que cederá al pueblo de Cabra el sagrado lienzo y a cambio el cardenal le ofrece el patronato de la Capilla Mayor de su iglesia, donde podrá poner sus escudos de armas, un relato con el milagroso suceso, construir una cripta para su enterramiento y también sacar otra copia del retrato para Guadix –cuadro que se venera con gran devoción en una capilla de su Catedral- y a la cofradía que se funde en ésta ciudad se le da la primacía sobre todas las demás, debiendo ser recibida por el clero parroquial de esta villa, con cruz alzada, en la ermita de la Virgen del Rosario, distante un kilómetro de la localidad, en el camino de Guadix.
  • Interesado el Cardenal Moscoso, obispo de Jaén, en retener la imagen en la villa, auspició un gran templo realizado en su mayor parte por el afamado maestro de las obras del obispado Juan de Aranda.
  • Esta población que hasta esas fechas se denominaba Cabrilla a partir de la llegada del milagroso lienzo añadió el sobrenombre religioso de Santo Cristo, por el que hoy es conocido.
  • En el siglo XVI el término constituía señorío territorial de los marqueses de la Rambla, en el XVII Felipe IV vendió la aldea de Santo Cristo a José de Sanvitores, a la postre vizconde de Santo Cristo, y no es hasta finales del siglo XVIII cuando aparece como una villa realenga.
  • En 1900 tenía una población de 3.967 habitantes y tenía estación ferroviaria.
  • Esta relación se compone de caídos en acción de guerra y asesinados durante la Guerra Civil (Fuente http://heroesymartires.blogspot.com.es, Catedral de Jaén):
    Bartolomé Moreno Gómez
    Antonio del Peral Bustos (Sacerdote)
    Indalecio Olmedo Rodríguez
    Francisco Caro Abril
    Bernardo Olmedo Rodríguez
    Adolfo del Moral Lajara


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