[Escucha este texto]- Gran castillo-alcázar medieval, culminado por la característica "Torre de Aragón", símbolo emblemático de esta ciudad.
- En la falda del monte que domina la población, asentada en el valle que forma el río Gallo.
- Levantado sobre un antiguo castro celtibérico y utilizado por los árabes durante su dominio, fue ampliado y fortificado por los señores molineses, los Condes de Lara.
- Durante el señorío de Dª Blanca Alfonso, á finales del siglo XIII puede darse por rematada la construcción de este majestuoso castillo, y de la muralla exterior que rodeaba la villa, llamada también "El Cinto".
- Este recinto exterior constaba de cuatro puertas de acceso: la del "Campo", la actual "Torre del Reloj", la de "La Traición" localizada en el murallón norte y la del "Puente levadizo".
- A partir de este enorme recinto exterior, la muralla se fue extendiendo para abarcar la ciudad que progresivamente aumentaba hasta el río Gallo.
- Aún pueden verse restos de estas antiguas murallas y torreones a la entrada de lo que llaman "El barrio judío", "La puerta Ahogalobos" y "La Torre de Medina", cerca del puente romano.
- Doña Blanca también creó un Cabildo de Caballeros que dieron nombre y fama a la villa denominándose "Molina de los Caballeros"
- Esta tradición aún pervive hasta nuestros días como la Cofradía del Carmen y desfila cada 16 de Julio con vistosos uniformes medievales, en la llamada procesión de "los cangrejos".
- Conserva cuatro torres donde descuella el tono rojizo de sus sillares esquineros: la del "Homenaje", la de "Las Armas" y la de "Los Veladores" a mediodía y "Cubierta" o de "Caballeros" al Norte.
- Las fortalezas molinesas, que han permanecido a lo largo de los siglos muy entero y sin necesidad de restauraciones especialmente llamativas, fueron protagonistas de múltiples batallas, tanto en la Edad Media como en la Guerra de la Independencia y las Guerras Carlistas.
- Además de haber servido de refugio al Empecinado, y sufrido un incendio violento toda la ciudad en 1.810 por orden del general francés Roquet, en 1.875 el castillo molinés tuvo que soportar el asalto y destrucción de parte de sus murallas por una fuerte columna de carlistas comandada por el general Vallés.
- Tras haber servido de cuartel durante todo el siglo XIX, la fortaleza de Molina quedó vacía desde principios del siglo XX
- El castillo de Molina de Aragón es el más grande y expresivo de cuantos quedan hoy la provincia de Guadalajara.
- Es la típica alcazaba bajomedieval en la que un ámbito amurallado muy amplio recoge en su interior la edificación militar propiamente dicha.
- Todo el conjunto se levanta sobre una fuerte cuesta orientada al mediodía.
- Sus dimensiones interiores son de 80 x 40 metros, lo que ya supone una grandiosidad descomunal.
- El castillo está formado por dos recintos, el exterior o albacara es de enormes proporciones y está defendido por numerosas torres cuadradas.
- En su interior se alza el castillo propiamente dicho con seis altas torres, de las que se conservan cuatro en perfecto estado.
- La puerta principal de acceso se encuentra en el muro de poniente, escoltada por sendos torreones cuadrados, y coronada por un arco de medio punto en forma de buhera.
- Según los antiguos cronistas el alcázar llegó a tener ocho torres, pero sólo cuatro quedan hoy en pie y en relativas buenas condiciones, todas éllas comunicadas entre sí por un adarve protegido de almenas.
- En la parte media de la colina aparecen las tres que se encuentran frente a la ciudad: la torre del centro es la de las Armas, la que mira al sudoeste, frente al coso, la de Veladores, y la que forma vértice de un ángulo entre la torre Cubierta o de los Caballeros, al norte, y la de las Armas se la llama torre del Homenaje o de doña Blanca.
- En estas torres, que poseen algunos subterráneos abovedados, se abren balcones y ventanas, en los que se marco rudimentariamente el arte arquitectonico propio del siglo XIII.
- Entre estas cuatro torres y otras tres mas caídas ya por los años y las guerras se encuentra la gran plaza de Armas, con edificios a propósito para acuartelar varias compañías de soldados.
- Los espacios entre las torres están unidos por fortisimas murallas almenadas.
- En su muro norte estaba adosado el palacio de los condes, y en la parte sur se encontraban las caballerizas, cocinas, habitaciones de la soldadesca, cuerpos de guardia y calabozos.
- El recinto externo de la fortaleza, lo que podríamos denominar albácar de la alcazaba, o campo de armas, es muy amplio.
- En tiempos de doña Blanca albergaba un barrio entero, en el que se incluía la llamada cueva de la Mora.
- Alrededor del conjunto había un profundo foso con algunos puentes levadizos.
- Desde la torre Cubierta (llamada así porque se ha constituido su cresta por tejado moderno), y en dirección al barrio de la Soledad, el terreno va descendiendo bastante, y sobre él hay una muralla, interrumpida por varios torreones, ya en ruinas, entre los que se destaca una de tipo arabe, de construcción anterior al resto.
- Luego la muralla se inclina hasta la torre del Reloj, castillete avanzado que, al arruinarse, fue restaurado en parte para colocar el reloj de la población.
- Desde esta torre y en trozos amurallados de distintas épocas abarcando una gran extinción de la ladera meridional siguen las murallas hasta volver a enlazar con la torre de los Veladores.
- En lo más alto del cerro se levanta la torre de Aragón, una torre que es por si sola una fortaleza, y que se mantenía conectada al castillo principal a través de una coracha subterránea en zigzag, cuya traza aún se observa hoy perfectamente.
- El recinto exterior del castillo contaba de cuatro puertas de acceso: la del Campo, la actual Torre del Reloj, la de La Traición, situada en el murallón norte y la del Puente levadizo.
- Se encuentra en estado de ruina consolidada, con alguna restauración desafortunada en el Cinto.
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