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Historia de Cuenca
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Historia de Cuenca. 1565Historia de Cuenca. 1565
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  • Su primitivo nombre se baraja entre Anitorgis, Sucro y Concava, aunque no hay ningún rastro fiable que lo pruebe.
  • Se ha afirmado que por las tierras de Cuenca pasaron los concanos, ferocísimo pueblo que se mantenía de la sangre de los caballos mezclada con leche
  • También es posible que los lobetanos, habitaran aquí, fusionándose con los celtíberos citeriores formando un pueblo mixto. Hay en Cuenca una calle que lleva su nombre
  • La zona de la capital con los romanos estuvo muy poco poblada, habiéndose hallado tan sólo vestigios de un pequeño asentamiento cercano al puente del Castellar.
  • También las legiones del Imperio Romano dejaron huella de su paso por Cuenca, con un pequeño puente romano sobre el río Moscas y una fuentecilla.
  • Es durante la posterior invasión musulmana cuando aparece constancia de poblamiento en el emplazamiento actual de Cuenca.
  • Aunque no está clara su fundación, ya existía en el año 784 la ciudad de Qūnka o Kūnka, favorecida por la base que establecieron los Banu Di-l-Nun, e integrada en la cora de Santaver.
  • La plaza fue creciendo en importancia y población, hasta que consiguió convertirse en capital de la cora.
  • Los musulmanes construyeron una inexpugnable fortaleza, probablemente llamada Conca, en lo alto de la atalaya para controlar los accesos a la Serranía, y protegida por las rocas de las hoces que hacían de muralla.
  • Con el tiempo, la población aumentó y se ampliaron las murallas, llegando a tener un millar de habitantes.
  • En lo que hoy es la Plaza de Mangana estaba el Alcázar, la zona de comerciantes y artesanos se centraba en la actual Plaza Mayor y la Mezquita estaba en la actual Catedral.
  • En la época omeya, Cuenca desarrollaría una gran actividad agrícola y una industria textíl que hicieron de ella uno de los centros de importancia del califato.
  • A partir de 1091, y con la muerte del gobernador de Córdoba, Al Mamum, se llevarían a cabo una serie de conquistas y guerras entre almorávides y cristianos, estos últimos con Alfonso VI como monarca, Zayda como su mujer y Sancho como hijo de éstos.
  • Los catillos de Uclés, Huete y Cuenca serán invadidos, derrotando así a las tropas cristianas mandadas por Sancho, tomando posteriormente diversas plazas, ente ellas, la de Cuenca.
  • No obsante, al caer el califato de Córdoba en 1031, quedó integrada en la Taifa de Toledo, sirviendo de puente para la conquista de los reinos de Valencia y Córdoba.
  • Como consecuencia de la derrota de Alfonso VI en Sagrajas el rey sevillano Al-Mu"tamid aprovechó para adueñarse de Cuenca pero en 1091 los almorávides atacaron Sevilla y el rey Al-Mutamid se vio obligado a pedir ayuda al rey leonés.
  • En 1108 Cuenca pasó al control de los almorávides tras la batalla de Ucles.
  • Alfonso VIII sitió la ciudad durante nueve meses hasta que al final consiguió agotar a sus habitantes por el hambre o con proyectiles.
  • Siendo el 21 de Septiembre de 1177, festividad de San Mateo, el día que Alfonso VIII entró y pisó Cuenca.
  • Un leyenda piadosa de la conquista de Cuenca dice que el pastor Martín Alhaja o Alhaxa, a quien se le apareció la Virgen, hizo pasar a los cristianos por la puerta de Aljaraz, actualmente llamada Puerta de San Juan, donde empieza la parte alta de la ciudad y por donde penetraron castellanos, leoneses y aragoneses reforzados por los Caballeros
  • La población se distribuyó dentro de la ciudad de acuerdo con su religión: los musulmanes quedaron relegados a la zona del alcázar (actual plaza de Mangana), mientras que la judería se estableció en torno a la actual calle de Zapaterías y el resto de la ciudad se dividió en parroquias católicas.
  • Tras la conquista, Cuenca aumentó su población muy rápido, constituyéndose en ella un concejo y una sede episcopal; siendo Juan Yañez el primer Obispo de Cuenca elegido en 1182.
  • El concejo se rigió por el Fuero de Cuenca, considerado por los juristas como uno de los más perfectos. Escrito en latín, traducido posteriormente al castellano, su importancia radica en ser el prototipo de los fueros de Castilla, León, Aragón y Portugal. De esos privilegios que acogía el fuero, hizo célebre el dicho "di que eres de Cuenca y entrarás de balde".
  • Una vez conquistada Cuenca, no tardaría en cambiar su aspecto urbanístico: los musulmanes quedaron relegados a su barrio, la zona de Mangana, donde conservaron una mezquita; los judíos, ocuparon la calle de Zapaterías. El resto fue ocupado por los cristianos. La vida se desarrolló en torno a la Plaza Mayor, alrededor de la cual se tejía un entramado de callejuelas y rincones donde se alternaban casas, talleres de artesanos y tiendas de mercaderes. La muralla que rodeaba Cuenca disponía de seis puertas y tres portillos. Mediante ellos, la ciuda se comunicaba con el exterior y por las noches eran cerrados para proteger la urbe de posibles ataques imprevistos. Sobre la muralla se construyeron varias iglesias como la de San Miguel y San Juan en la parte del Júcar, y las de San Martín, Santo Domingo, Santa Cruz y San Gil en la del Huécar. También en el centro se construyeron iglesias, algunas de ellas ya desaparecidas y otras no, como las de el Salvador y San Andrés.
  • Así, el aspecto de Cuenca por estas fechas era el de una ciudad con muchas iglesias, casas adosadas a la muralla rocosa, una muralla rodeando la ciudad y el castillo, dominando toda la población.
  • Durante los siglos XIV y XV tuvieron lugar las contiendas entre bandos nobiliarios (destacando las familias de Lope Vazquez de Acuña y la de Diego Hurtado de Mendoza) y se empezó a configurar la parte baja de la ciudad. Aparecieron dos nuevos barrios: el barrio de San Antón y el de Tiradores.
  • En el marco de las disputas entre el rey Alfonso XI y Don Juan Manuel, Cuenca llegó a formar parte durante algunos años del señorío de Villena, volviendo a pertencer al rey cuando éste le otorgó plena amnistía al señor de Villena.
  • La ciudad fue asediada varias veces por los aragoneses, pero nunca llegaron a tomarla.
  • Es importante también en 1411 la reforma municipal sufrida por Cuenca.
  • Al esplendor urbanístico y aruqitectónico en la Baja Edad Media, Cuenca se convirtió en una ciudad pujante e industrial con una notable expansión económica, atribuida sobre todo, a la producción textil y ganadera. El comercio de paños y la producción de alfombras trajo consigo una extensa industria de transformación de lanas con alvaderos, tintorerías y tejedurías.
  • Por esta épcoca la ciudad fue visitada por Felipe II, Felipe III y también por su hijo Felipe IV.
  • El hundimiento de la pañería conquense fue enorme en el siglo XVII, como consecuencia de la subida del precio de la lana. Esto llevo consigo el descenso demográfico, llegándose en 1694 a la mínima población de 1600 vecinos.
  • Durante la Guerra de Sucesión la ciudad apoyó a la causa de Felipe V, quién recompensó a sus ciudadanos añadiéndose el título de Fidelísima y posteriormente, el de Heroica, alos de Muy Noble y Muy Leal, que ya ostentaba la ciudad.
  • En 1763 se crearía la Compañía de General de Comercio, que poco después iría a la bancarrota y al fracaso, desapareciendo.
  • El Obispo Palafox intentó volver a relanzar la industria lanera con la industria de paños y alfombras.
  • Sin embargo, Carlos IV mediante decreto, suprimía los talleres de Cuenca para evitar la competencia con la Real Fábrica de Tapices.
  • En el siglo XIX queda consituida la ciudad actual, siendo la calle Alfonso VIII su principal vía que comunica con la Plaza Mayor y la hoz del Huécar como la frontera entre las dos zonas de Cuenca.
  • Durante la Guerra de la Independencia la ciudad resultó saqueada más de 9 veces, y la población diezmada.
  • En 1833 se convirtió en la capital de la nueva provincia de Cuenca, al tiempo que comenzaba la Primera Guerra Carlista, que se saldó tan sólo con varias tentativas de ataque.
  • La Segunda Guerra Carlista apenas tuvo ninguna repercusión en la ciudad, mientras que durante la Tercera fue saqueada dos veces.
  • El segundo ataque, en 1874, fue el más cruento de todos: ardió gran parte de la ciudad y la batalla de saldó con 300 muertos, 40 de ellos civiles, y 700 heridos.
  • En 1883 llegó el ferrocarril desde Aranjuez, lo que unido a la instalación de unas pocas serrerías ayudó a la recuperación económica, superando los 10.000 habitantes en 1900.
  • Si ya a finales del siglo XIX la parte alta de la ciudad deja de ser el centro económico y social, desplazándose éste a la calle Carretería (en la ciudad nueva), este cambio se ve intensificado a medida que avanza el siglo XX.
  • Se construye el parque de San Julián sobre las antiguas huertas del Huécar y aumentan en tamaño tanto este barrio como los de San Antón y de Tiradores.
  • El dinamismo econónico que se vivió a principios de siglo promovió la aparición de algunas industrias modernas y, por tanto, de los movimientos obreros y socialistas en la ciudad.
  • El 17 de julio de 1931, días después de proclamarse la Segunda República se constituyó el nuevo ayuntamiento.
  • Durante la Guerra Civil Cuenca quedó del lado republicano. Los primeros días reinó el caos, produciéndose los mayores destrozos, entre ellos el saqueo del Palacio Episcopal y la catedral, donde se quemaron los restos de San Julián.
  • Aun así, y pese a los rigores de la guerra y los esporádicos ataques, Cuenca vivió bastante al margen de la guerra los años subsiguientes, siendo tomada por las tropas franquistas el 29 de marzo de 1939.
  • Los años de la posguerra son también los del el éxodo rural y con él, la construcción de la Cuenca moderna, consolidándose de manera definitiva la ciudad nueva como centro de la ciudad, y quedando la ciudad antigua como barrio periférico, casi en estado de abandono en algunos puntos.
  • En 1963 el casco antiguo de Cuenca y su entorno se declaran "Paisaje Pintoresco", lo que, unido a la fundación en 1966 del Museo de Arte Abstracto Español en las Casas Colgadas, promueve la recuperación de este entorno y su promoción turística.
  • El 7 de diciembre de 1996 la ciudad antigua, sus antiguos arrabales y las hoces de ambos ríos son declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

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Página confeccionada por Francisco Miguel Merino Laguna
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