Historia de Bolaños de Calatrava. InicioWEB personal con 42.605 páginas, 185.932 imágenes
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Historia de Bolaños de Calatrava
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  • Para poder hablar de los primeros asentamientos que ocuparon el municipio, es necesario remitirse a la Prehistoria del Campo de Calatrava.
  • Así, se encuentran restos aislados de ocupación humana en el Paleolítico Medio, las cuales se caracterizan por estar ubicadas al aire libre en las zonas interiores de las cuencas fluviales, generalmente arroyos.
  • Pero existe un despoblamiento en el Paleolítico Superior, debido a la aridez del clima en esa época, lo que conlleva al empobrecimiento del medio y la falta de recursos materiales, aspectos que no favorecen la presencia humana en este período.
  • Es ya en el Neolítico final cuando se asiste al definitivo asentamiento humano en la zona, que desarrolló interesantes culturas como la del Vaso Campaniforme -pequeños fragmentos cerámicos-, cuyas ocupaciones se hacían tanto en llanuras como en cerros. Dentro de esta cultura destaca Oreto -al lado de Granátula de Calatrava-, aunque generalmente esta tendencia se ha encontrado en las zonas más orientales de la provincia.
  • Estas manifestaciones serían el precedente de las desarrolladas en la Edad del Bronce, que darían lugar a las Motillas -pequeños montículos artificiales- y los poblados en altura o en cerros. Como ejemplos significativos en las inmediaciones del territorio de Bolaños destacan la Motilla de los Palacios y el Cerro de los Castillones.
  • A partir de estas manifestaciones se tiene testimonio de que hubo presencia humana de forma ininterrumpida en toda la zona, prueba de ello es la Sierra del Pardillo, ya en la Edad del Hierro, que se prolongaría a época romana y medieval.
  • A parte de estos asentamientos aislados, no se sabe con certeza si existió una ocupación prerromana en el núcleo urbano de Bolaños, pero no sería del todo descartable debido a la presencia de cuencas fluviales -arroyo Pellejero- en la villa, que eran los principales enclaves donde los antiguos pobladores se asentaban, y que servían a las necesidades de la población como modo de supervivencia y como recursos económicos.
  • Los primeros contactos de Roma con los pobladores indígenas de la provincia de Ciudad Real -oretanos y carpetanos- se produjeron a partir del siglo II a. C.
  • Los romanos, para poder administrar la zona, crearon unas fronteras en torno al río Guadiana, lo que permitía una mejor explotación de los valles del río Guadalquivir y de las minas de Sierra Morena.
  • De esta forma, toda la provincia entró en un proceso de romanización -asimilación de sus costumbres, aculturación, formas de vida, organización, religión, etc.-.
  • Dentro de este contexto se situaría el papel que desempeñó la Oretania, ya conocida en tiempos de los pueblos prerromanos, por ser Oreto la principal ciudad que dio nombre a todos los pueblos que se extendían desde los Montes de Toledo hasta Sierra Morena, y que mantuvo su existencia a pesar de las diferentes ocupaciones militares y culturales.
  • El territorio de Bolaños se situaba, por tanto, dentro de la demarcación de Oreto, por lo que cabe afirmar que en los alrededores de donde hoy está enclavado Bolaños existieron diversos asentamientos romanos, aunque pequeños. Dentro de estas ocupaciones se pueden citar: la Sierra de El Pardillo, que ya se menciona en la respuesta nº 56 de las Relaciones Topográficas de Felipe II -1578-, donde se afirma que fue un importante enclave romano. Además, se ha podido constatar su origen por medio de diferentes excavaciones; la Colonia, donde también han aparecido restos romanos como estructuras de habitación distribuidas a lo largo de una calle o camino y el arranque de un puente sobre el arroyo del Seco; el Hondo, que por las características de sus estructuras, donde aparecen un pozo y un canal, se sabe que fue una explotación agrícola; la Casa de Baños, donde aparece una pequeña terma cuadrangular, por lo que es evidente su procedencia, ya que los romanos construían estructuras similares en las zonas urbanas; los Cuetos, cuyos restos arqueológicos son también de esta época, como lo demuestran las pesas de telar y restos cerámicos hallados en el yacimiento; la Venta de Borondo, que se encuentra en un cruce de calzadas. Una principal que iba de dicha venta a Bolaños, que unía Levante con Extremadura, y otra secundaria que se dirigía a Zaragoza y que se comunicaba con Córdoba. El aspecto actual de la venta tiene todas las características de las típicas ventas manchegas, por lo que cabe suponer que sólo son de origen romano los cimientos y algunos materiales reutilizados en construcciones posteriores.
  • Según la contestación nº 2 de las Relaciones Topográficas, el Castillo de Bolaños también podría ser de origen romano, ya que como explica el clérigo Agustín del Castillo, la estructura de la torre Prieta, así como la planta que presentaba el recinto, el cual estaba asentado sobre los jardines actuales y hacia la ermita del Cristo, eran típicas de las construcciones castrenses de esta civilización. Todo lo expuesto se refuerza con la presencia de capiteles y tambores de columnas romanas en el patio de armas del recinto y la existencia de la vía Córdoba-Toledo, cuyo principal punto de defensa en la zona era la fortaleza.
  • Se tiene constancia, también, de la existencia de una serie de atalayas y torres de vigilancia en los alrededores de Bolaños que servían como puntos estratégicos de apoyo al castillo, algunas con un origen anterior pero reutilizadas en esta época, como es el caso de los Castillones y la Motilla de los Palacios, y otras de nueva creación como las del Cerro de la Carbonera, entre Bolaños y la ermita de las Nieves -actual depósito de aguas-, la Colonia, Torrobilla, las que se encontraban escalonadas a lo largo de la Cañada del Carrerón, y varias torres o un castillo en Torralba, que estaban relacionadas con el Castillo de Calatrava La Vieja y con el de Bolaños.
  • Las características que presentan los diferentes yacimientos permiten suponer que las manifestaciones artísticas y culturales también tuvieron aquí su desarrollo. Esto queda demostrado con el hallazgo de ídolos de bronce y monedas de metal en los yacimientos, y las numerosas monedas de barro encontradas en la zona de La Quebrada, según recoge la contestación nº 36 de las Relaciones.
  • Los ídolos tenían carácter religioso, ya que estos representaban la imagen de una deidad objeto de culto. En este sentido cabe destacar como objeto religioso el ara encontrada en el patio de armas del castillo, aunque no se sabe con certeza su procedencia, ya que en las excavaciones realizadas en 1975 no se encontró ningún resto arqueológico de época romana, por lo que cabe pensar que ésta fue transportada de un lugar próximo al castillo. Se trata de una inscripción votiva dedicada al dios Júpiter, una de las divinidades más veneradas en Hispania durante la época Imperial -finales del siglo II y principios del III d. C.-.
  • En cuanto a las bases económicas, los romanos se asentaban en una dualidad agricultura-ganadería. La primera estaba basada, principalmente, en el cultivo de cereales -trigo, cebada y centeno-, pues la zona, por su régimen climático, no es apta para otras producciones. Respecto a la ganadería, existía un gran número de pastos donde abundaban rebaños de ovejas, cabras y bóvidos. También el caballo debió formar parte de la actividad ganadera.
  • Los romanos también realizaban producciones en las que intervenía una actividad minero-metalúrgica, lo que se constata con la aparición de las mencionadas figurillas de bronce y monedas y la existencia de canteras de piedra en las inmediaciones de Bolaños, explotadas para la construcción de sus edificios.
  • Otro factor económico era el comercio, el cual se veía potenciado por la existencia de una buena red de calzadas y vías secundarias. Estas también eran muy importantes para administrar y defender el territorio porque facilitaban la maniobrabilidad de las tropas del ejército. Con ello, además, se permitía propagar la cultura de Roma en todas sus facetas: lengua, religión, política, forma de vida, etc.
  • La vía romana más importante de Bolaños era la de Toledo a Córdoba, de carácter militar, ya que en su recorrido se alternaban fuertes escalonados, que venía de Toledo a Calatrava, pasando por Torralba, la Colonia y Bolaños, y continuaba desde este punto por la Quebrada hasta Añavate y, de ahí, a Córdoba. Otra vía importante en esta época era la de Zaragoza a Córdoba, que venía de Zaragoza, pasando por la Motilla de los Palacios a Bolaños, donde se unía con el itinerario Sur de la vía de Toledo a Córdoba. También destaca como vía principal la que comunicaba Levante con Extremadura, que venía de Levante, pasando por la Venta de Borondo a Bolaños, continuando por la Quebrada hasta Añavate, y de este punto seguiría por Oreto hasta llegar a Mérida.
  • Cómo vías secundarias destacan la de Toledo-Andujar-Cástulo, pasando por Calatrava y   Añavate; la que iba de la Venta de Borondo a Añavate, y la que iba de la Cañada del Carrerón a El Pardillo, pasando por la Venta de Borondo, donde enlazaba con la que iba a Añavate; la de Ciudad Real-Bolaños; y la que unía la Colonia con la vía Toledo-Córdoba, que era un atajo para no pasar por Bolaños.
  • Además de estas vías principales y secundarias, existían también en el territorio otras de comunicación, que se trazaban exclusivamente entre núcleo y núcleo de población. Dentro de estas se pueden señalar, la que iba de la Motilla de los Palacios a Bolaños, la que unía la Colonia con Bolaños y la que iba del Camino de la Quebrada desde Bolaños a Añavate. También existían vías de corto recorrido como el Camino de la Calzada, que unía El Pardillo con la Venta de Borondo, la que iba de El Pardillo a Bolaños, hoy llamada Camino de El Pardillo, y la que iba de la Colonia a la Venta de Borondo, cortando el Camino de la Motilla de los Palacios a Bolaños.
  • Toda esta amplia red de carreteras fue construida con material de la zona, pobre. Los caminos estaban empedrados con cantos de piedra clavados o con piedras calizas lisas, sueltas, colocadas unas junto a otras y de diverso tamaño, como se puede observar en los restos que aún se conservan en algunas de las calzadas citada, como la Cañada del Carrerón, el Camino de la Calzada y el de la Venta de Borondo.
  • En el siglo III d. C. se produce en la Península la entrada de los visigodos, que se establecen en la antigua provincia romana de Hispania. Este proceso conduce al inicio de la decadencia y fin del Imperio Romano, lo que supone el declive de la vida ciudadana y la ruralización de la sociedad, el desarrollo del campesinado y del feudalismo. El comercio decae, desparecen las guerras de conquista y se produce el auge del cristianismo.
  • Bolaños, en este sentido, corrió la misma suerte que el resto de la provincia hispana. De esta forma, la ruralización de la sociedad llevó a la desaparición de los núcleos de población romana más pequeños, como el de El Pardillo, el de El Hondo, el del Camino de la Quebrada, el de Los Baños de las Nieves y el de la Motilla de los Palacios. Estos núcleos fueron desapareciendo paulatinamente hasta el siglo V.
  • Los núcleos de población que se mantuvieron fueron, probablemente, el de La Colonia, Bolaños y la Venta de Borondo, aunque no se sabe con certeza si el primero también sufrió un despoblamiento en esta época y resucitó con los musulmanes. En cuanto a Bolaños, es lógico pensar que se mantuviera su población debido a la existencia del castillo y a la inmigración de los pobladores de los núcleos desaparecidos, lo que pone de manifiesto la continuidad en el poblamiento del núcleo urbano en época visigoda. Además, en las Relaciones Topográficas, el clérigo Agustín del Castillo dice que los visigodos no sólo se asentaron en Bolaños, sino que además utilizaron su fortaleza. De esta época podría ser la cruz labrada en piedra que existía en una esquina de la torre Prieta, tal como se menciona en la contestación nº 2, aunque sus restos no han sobrevivido al paso del tiempo.
  • Fuera de Bolaños se han encontrado restos de edificación visigoda en el subsuelo de la ermita románica de la Virgen del Monte, así como un capitel y el arranque de una columnita visigoda en Torrobilla, aunque cabe pensar que estos últimos materiales perteneciesen a otro lugar y fuesen reutilizados por los árabes posteriormente, de cuya época data el asentamiento.
  • Las características de los pobladores visigodos de Bolaños vendrían marcadas por las labores agrícolas que desarrollaban, ya que se trataba de campesinos que trabajaban las tierras para un señor a cambio de casa, tierra y protección, y ganaderas, actividades a las que se reduciría el comercio, ya que la agricultura no proporcionaría excedentes para el mismo.
  • Las antiguas calzadas romanas también entraron en un proceso de decadencia, debido a la disminución de la población, ruralización y escasez de comercio, llegando a desaparecer las vías de comunicación entre los núcleos de comunicación, a excepción de las vías principales y secundarias, que seguirían utilizando Bolaños como núcleo de paso en las comunicaciones del resto de la Península.
  • A partir del siglo VIII, el proceso de decadencia por el que estaba caracterizado el reino visigodo se acentúa debido a la intranquilidad político-social y a las continuas guerras de sucesión al trono que se estaban viviendo. Por este motivo, los visigodos pidieron ayuda a los árabes, y estos, viendo su debilidad, se aprovecharon de las circunstancias para conquistar la Península.
  • En el año 711, los árabes conquistaron rápidamente la parte Sur, dándole el nombre de Al-Andalus, extendiéndose posteriormente por la mayor parte del reino. Desde el principio, el avance árabe consolidará sus fronteras por medio de estratégicas fortalezas que controlarán las vías de comunicación más importantes, aprovechando para ello antiguos fuertes romanos en unos sitios o construyendo nuevos en otros.
  • Tras un período de adaptación, que debió durar todo el siglo VIII e inicios del IX, los nuevos pobladores pusieron en marcha su sistema administrativo, político, económico y cultural en el territorio dominado.
  • En esta época de ocupación árabe, la zona del Campo de Calatrava, por sus características climáticas y económicas, no debió nunca tener una gran población, sino más bien una población residual, a excepción de los núcleos urbanos de carácter militar que estaban integrados en la vía Toledo-Córdoba, la cual fue reparada por Abd-Al-Rahman al-Fihri debido a su importancia como vía de comunicación, sobre la que surgirán numerosos castillos que servirán de alojamiento y protección a los viajeros en zonas poco seguras, función que con toda seguridad desempeñaría el Castillo de Bolaños, que indudablemente tuvo que tener gran importancia en esta época por ser una etapa intermedia entre los castillo de Salvatierra -al Sur- y Calatrava -al Norte-, ejemplo, este último, destacado de la floreciente civilización musulmana en Al-Andalus.
  • Al conquistar la zona los árabes, y según se desprende de las Relaciones Topográficas, el Castillo de Bolaños fue reconstruido, reorientándolo hacia Levante -Este-. Algunos autores señalan que el Castillo sufrió una violenta destrucción cuando fue tomado por los árabes, los cuales lo reconstruirían respetando de la antigua construcción romano-visigoda la torre Prieta y el lienzo de muralla sur, y edificando la torre del Homenaje y el resto de murallas. Pero es más lógico pensar que la ocupación se produjera de forma pacifica, como ocurrió en el resto del reino, y que los árabes se encontrasen el castillo en estado de ruina provocado por el descuido a que fue sometido en la época de decadencia visigoda, reconstruyéndolo tras la capitulación o pacto de los musulmanes con los habitantes visigodos para la entrega de la villa.
  • Bolaños, al ser una plaza defensiva importante, fue dotada por los emires de Córdoba con tropas de guarnición permanente para garantizar su fidelidad debido a las incursiones del reino cristiano en la zona -con capital en Toledo-.
  • Una vez sometido el territorio, y hasta el final del Califato, renace el comercio, la agricultura y la ganadería. No obstante, la base económica del lugar no cambiaría mucho con respecto a las etapas anteriores romana y visigoda continuando las producciones de cereales, vid y olivo, y adquiriendo importancia los productos hortícolas y otros cultivos novedosos de regadío. Dando fe de esto, encontramos topónimos y materiales en nuestros campos que han permanecido a lo largo del tiempo, como aljibe, alcaduz, alberca, maroma, noria, etc.
  • La ganadería era otra de las bases económicas más importantes de la riqueza del municipio, desarrollada gracias a la abundancia de agua y a las numerosas extensiones de pastizales.
  • En cuanto a comercio, se recuperarían las antiguas vías de tránsito de personas y mercancías, a la sombra de las cuales evolucionarían poblaciones como Calatrava, núcleo básico de la zona, y Bolaños, cuyo desarrollo sería paralelo al de esta, salvando las distancias.
  • Surgen nuevos asentamientos musulmanes situados en las proximidades de los cauces de agua, lo que ayudó al desarrollo de la agricultura de regadío, como es el caso de Torrobilla, donde se han encontrado plantas de casas -según atestigua Agustín del Castillo en las Relaciones Topográficas-. También resurgieron algunos núcleos de población antiguos como La Colonia, cuyo repoblamiento árabe se evidencia por la existencia de pozos, albercas, higueras, etc., entre los restos del asentamiento, y Bolaños, donde se aunaban varias características importantes para los musulmanes como era su recinto fortificado y la proximidad del arroyo Pellejero. A ello se debe la reorientación del pueblo hacia Levante en busca de aguas de mayor calidad y un clima más cálido.
  • Los árabes también reutilizaron las torres de vigilancia de los alrededores y los caminos romanos, llegando a alcanzar un esplendor que no se conocía desde época romana.
  • Esta situación de desarrollo sufriría un retroceso en los siglos XI-XIII debido al inicio de la reconquista cristiana y a la fragmentación de Al-Andalus en Taifas, disputándose la zona entre las Taifas de Toledo, Córdoba y Sevilla. Por todo esto se volvió a la situación del inicio de la ocupación árabe, es decir, la población que vivió en el territorio se convirtió en una población residual, dedicada al pastoreo, y donde sólo tendrían importancia poblacional, los núcleos de carácter militar como sería el caso de Bolaños. Esta situación se mantuvo durante todo el siglo XII y hasta el siglo XIII, convirtiéndose la zona en tierra fronteriza de nadie.
  • Tras la toma de la ciudad de Calatrava, en 1147, Alfonso VII aprovecha la debilidad de los Almorávides y ocupa en pocos años el Campo de Calatrava. Estas tierras se adjudican para su defensa a la Orden militar del Temple, pero esta, aún siendo fuerte y poderosa, no fue capaz de hacer frente al empuje almohade, por lo que renuncian a su defensa tras la muerte de Alfonso VII. Su hijo, Sancho III, ofreció la ciudad de Calatrava a quien se hiciera cargo de su defensa, y se la pidieron el abad Raimundo de Fitero y Fray Diego Velásquez –frailes cistercienses-, que les fue donada en 1158, momento en que se crea la Orden de Calatrava y año en que accede al trono de Castilla Alfonso VIII.
  • A partir del asentamiento de los caballeros de la Orden de Calatrava se conquista el territorio del Campo de su mismo nombre, rechazando a los árabes hacia el Sur. Pero el avance almohade se hace inevitable y en 1195 se produce la derrota cristiana en Alarcos y se pierde Calatrava y todo su Campo, por lo que pasaría nuevamente a manos musulmanas. Esta situación duró poco tiempo, ya que en julio de 1212, con la Batalla de Las Navas de Tolosa, los cristianos recuperan definitivamente todo el territorio.
  • Alfonso VIII, debido a la debilidad de la corona y a lo limitado de sus medios, encomienda la repoblación y organización de los nuevos territorios conquistados a las órdenes militares. A la Orden de Calatrava se le cedió la ciudad donde tenía instituida su casa matriz, Calatrava, además de numerosas plazas de su campo circundante, que repoblaría bajo las directrices dadas por Alfonso VIII. Este rey reservaría otras villas recién conquistadas para la corona, como fue el caso de Bolaños, que tras su ocupación cristiana el monarca la regalaría a su hija Dª Berenguela por el triunfo de Las Navas. Dª Berenguela otorgó la repoblación de la villa a un caballero de su hueste señorial participante en la Batalla y procedente de Galicia, nombrándolo alcaide. Este caballero era del linaje de los Bolaños y Ribadeneyra, el cual daría como nombre a la villa su propio apellido y como escudo de armas el escudo de su familia –Cordero y Bollo-.
  • La Corona otorgaría a la villa un fuero propio, derivado del de Castilla y no del de León, como algunos autores atestiguan. Este hecho se explica porque los fueros otorgados a las poblaciones de los alrededores en esta época son derivados del de Castilla, como es el caso de Almagro (1222), y al conquistar la zona, los reyes castellanos establecerían fueros derivados de su reino y no del de León, por la enemistad que existía entre ambos.
  • Ante el avance de la frontera sur del territorio calatravo, su antigua sede se convertía en un lugar inoperante para la evolución de la reconquista. Por este motivo se inician las obras de una nueva sede de la Orden de Calatrava sobre el recién conquistado Castillo de Dueñas. Mientras se construía el nuevo centro de operaciones –Calatrava La Nueva-, a la Orden le urgía aproximarse a la frontera sur, por lo que solicitaron Bolaños a la Reina por su privilegiada situación geográfica, en el centro del Campo de Calatrava, y a medio camino de las dos sedes –Calatrava La Nueva y Calatrava La vieja-, y por sus características militares, ya que la villa estaba amurallada y contaba con un fuerte castillo. Pero al no obtenerlo, la Orden de Calatrava decidió instalarse en la vecina ciudad de Almagro. Aun así, los calatravos seguirían pidiendo a la Corona la estratégica Bolaños, y tras continuas demandas, la villa fue otorgada por Dª Berenguela el 4 de junio de 1229, fecha en que su hijo, Fernando III confirma, también, esta donación, liberando a los habitantes de pagar tributos, pecho y pedidos. Esto hacía que Bolaños tuviera una situación privilegiada, pero a partir de la entrada de la villa en la Orden de Calatrava, comienzan los litigios con ésta por atentar contra sus antiguos fueros, intentar abolirlos y sujetarlos al derecho común, tal como la Orden había establecido en el resto del Campo de Calatrava. Es también a partir de este momento cuando comienzan las confusiones históricas de Bolaños de Calatrava con el otro Bolaños en Tierra de Campos, que también pertenecía a la Orden de Calatrava.
  • Para aclarar la parte histórica que pertenece a cada Bolaños se debe acudir a las raíces comunes de las dos villas, ya que ambas pertenecieron a la Corona de Castilla y a la Orden de Calatrava. Bolaños de Campos fue tomado por Alfonso VIII en 1188 junto con otras villas del Reino de León, y por intereses de ambas coronas se produce la Paz de Tordehumos en 1194 para suavizar la enemistad entre Alfonso VIII de Castilla y Alfonso IX de León. Por este tratado se dividen los castillos tomados por Alfonso VIII entre las dos órdenes militares representativas de cada reino: Calatrava por Castilla y El Temple por León, quedando Bolaños de Campos bajo los auspicios de la Orden de Calatrava.
  • En 1197, con el matrimonio entre Alfonso IX de León y Dª Berenguela, hija de Alfonso VIII de Castilla, los castillos, en poder de las órdenes militares, pasan a formar parte de la dote de la princesa castellana. Este matrimonio sería disuelto por razones de parentesco entre los contrayentes, y, por el Tratado de Cabreros de 1206, los castillos de la dote, entre ellos Bolaños de Campos, son heredados por Fernando III, único hijo del matrimonio, bajo la custodia de Dª Berenguela, su madre.
  • La confusión comienza en 1229 con la integración de Bolaños de Calatrava en la Orden, coincidiendo con el otro Bolaños, que también perteneció a ella hasta 1301, y no existiendo apelativo que diferenciara ambas villas. Además, ambos Bolaños mantuvieron litigios con la Orden por no respetar sus respectivos fueros –Bolaños de Campos con fuero de León y Bolaños de Calatrava con fuero de Castilla-.
  • Teniendo en cuenta todo lo expuesto, se puede establecer qué hechos históricos pertenecen a cada villa. Así, la orden del Papa Alejandro IV (16-02-1258) prohibiendo al obispo de León  que ejerciera su jurisdicción sobre Bolaños por pertenecer a Calatrava, se refiere a Bolaños de Campos, ya que era este pueblo el más cercano a León, y, para influir sobre Bolaños de Calatrava, entraría en conflicto con otros obispados más cercanos a esta villa, como el de Toledo. La sentencia de Alfonso X (28-03-1261), también se refiere a Bolaños de Campos, ya que esta villa observaba el fuero de León, en el cual se ponían tres alcaldes, mientras que en el de Castilla sólo se ponían dos. Además, en Bolaños de Calatrava no existe ningún lugar con un topónimo parecido a Falcón o Huelgas, nombres de los prados objeto del litigio, resuelto por dicha sentencia, hecho que se corrobora con la localización de topónimos semejantes en las cercanías del municipio de Bolaños de Campos. Nota: –Prado de las Huelgas en el término municipal de Ceínos de Campos a 14 Km, de Bolaños de Campos-.
  • Toda esta confusión termina en 1301 cuando la Orden de Calatrava cambia Bolaños de Campos con Dª María Fernández por otras villas en Guadalajara. A partir de este momento sólo Bolaños de Calatrava siguió perteneciendo a la Orden.
  • La Orden de Calatrava, al incorporar Bolaños  a su dominio, creó una primera encomienda de la que se tiene constancia por un documento de trueque con fecha 23 de junio de 1348, en el que aparece Fray Alfonso Gómez como comendador de Bolaños.
  • Por la cercanía de la villa a la capital de la Orden –Almagro-, ésta utilizaría los edificios de Bolaños para realizar algunos de sus actos, como es el caso del Capítulo celebrado en la iglesia de Santa María de la Alta Virtud el 24 de abril de 1349. Además, la Orden realizaría numerosas visitas a su encomienda para controlar el estado de la misma. En esta época, el Castillo de Bolaños fue perdiendo carácter defensivo y adquiriendo condición de residencia o cámara de los Maestres de Calatrava, motivo por el cual Enrique II otorgó a la villa el privilegio de exención de pagar moneda forera a la Corona en 1372.
  • Desde el siglo XIV y a lo largo del siglo XV, Bolaños interpondría multitud de pleitos por la jurisdicción propia y términos comunes con Almagro ante la Corona. Bolaños pretendía defender sus privilegios de jurisdicción en primera instancia, y Almagro buscaba eliminarlos y reducir a la villa a rango de Aldea. Esta situación empeoró con la división de Partidos Judiciales de Felipe II. Bolaños contaba con el apoyo de la Corona, pero Almagro mostraba un falso sometimiento a las decisiones reales sobre el asunto, volviendo a emplear la fuerza para imponer su criterio. Finalmente, la situación mejoró con el nombramiento de apoderados por parte de ambas villas, que llevaron a cabo una serie de Concordias para la limitación de sus respectivos términos, en 1428, en 1477 y, por último, en 1582, año en que se adoptaría el acuerdo definitivo. En este último acuerdo se declaró la pertenencia en exclusiva a Bolaños del Coto Redondo que se le había asignado anteriormente, y la Mojonera, que rodeaba el término de Bolaños, quedaría de uso común para las dos villas.
  • En cuanto a la Jurisdicción, la Corona dictó sentencia definitiva a favor de Bolaños, otorgando poder para ejercerla, en el ámbito civil y criminal, en primera instancia por sus alcaldes ordinarios.
  • En el siglo XV la Orden de Calatrava reconstruye el Castillo, y el Maestre D. Pedro Girón confirma los fueros de Bolaños, otorgándole a su concejo un escudo de armas: Espada, Cordero y Bollo.
  • A lo largo de toda la época medieval, la economía de Bolaños de Calatrava fue similar a la de la época árabe, basándose en una agricultura de nuevas tierras roturadas y diversos factores que fomentarían un crecimiento agrario con la introducción de nuevas técnicas agrícolas. También destacaría la ganadería con el desarrollo de la Mesta, lo que se atestigua con la multitud de topónimos relacionados con esta actividad en los alrededores –Prado, Dehesa de la Moheda, Vereda, Caminos, etc.-.
  • Tras el traslado de la Orden de Calatrava a Calatrava La Nueva, se crean las veintisiete encomiendas del Campo de Calatrava. Las encomiendas eran organismos administrativos propios de las órdenes militares. Cada una estaba en su origen establecida sobre un castillo, cuya principal carga económica era su mantenimiento y la razón de ser de su creación. Al mismo tiempo debía velar por la iglesia, alrededor de la cual se desarrollaría el núcleo urbano, cumpliendo así con los fines que la Orden tenía establecidos por su carácter religioso-militar. Al frente de cada encomienda se asignaba a un Comendador para que las gobernara. Éste era elegido por el Maestre, el cual debía ser un caballero con experiencia militar. El cargo del Comendador era vitalicio, y en su ejercicio se ayudaba por un administrador para gestionar las Rentas y los pagos de las Cargas de la encomienda.
  • La Encomienda de Bolaños se confirmó en 1544, aunque se creó el 21 de agosto de 1537, fecha en que se le da posesión como Comendador a Don Juan Pimentel, para compensar la pérdida de las Encomiendas de Aceca y Otos, de las que era Comendador, y que habían sido asimiladas al Real Sitio de Aranjuez.
  • A pesar de la nueva fundación de la Encomienda de Bolaños se tiene constancia de la existencia de una encomienda anterior a ésta, que fue creada por los Maestres de la Orden de Calatrava, como corroboran las visitas de la Orden a la Encomienda de Bolaños en 1422 y 1423 y la existencia de un comendador en 1348, la cual pudo desaparecer pasando sus pertenencias a la Mesa Maestral, cuando la Orden fue asimilada por la Corona en 1489, refundándose bajo los auspicios del Rey como Maestre de Calatrava.
  • Los bienes que se otorgaron a la Encomienda de Bolaños pertenecían en su totalidad a la Mesa Maestral. No sólo se adjudicaron bienes en el término de Bolaños, sino también en Abenójar, Almagro, Corral de Caracuel, El Viso, Luciana, Miguelturra y Puebla de Don Rodrigo, e incluso, fuera del Campo de Calatrava se le adjudicaron también propiedades en Porcuna –Jaén-.
  • Dentro de los bienes y derechos de que constaba la Encomienda, se distinguían Cargas, Honores, Propiedades y Rentas.
  • Las Cargas consistían en el Castillo de Bolaños, la Iglesia Parroquial de San Felipe y Santiago y, en Corral de Caracuel y Puebla de Don Rodrigo, las Iglesias Parroquiales y sus Rectorías. Estas Cargas hacían referencia al mantenimiento económico de los citados inmuebles.
  • Los Honores se basaban en el nombramiento de fieles en la villa.
  • Las Propiedades estaban distribuidas en las diferentes zonas que abarcaba la Encomienda: en Bolaños aparecen la Huerta de la Orden o de Gatimar, en el camino de la Celada; la Huerta de la Viña Espartosilla; la Dehesa del Prado con su agostadero en el camino de Manzanares; la Serna del Espejuelo, en el camino de los Cruzados y de Granada; la Serna de Abajo, en el camino de Granada; y la Serna de los Santos, en el camino de Almagro a Ntra. Sra. De las Nieves.
  • En Corral de Caracuel existía una huerta frente al Mesón de la Plaza; la Dehesa de las Cabezas de Caracuel, compuesta por cuatro quintos llamados El Nuevo, El Ornillo, El Palomar y Peña La Higuera, y un millar llamado Cañada de la Dragra.
  • En Peralvillo, anejo de Miguelturra, pertenecía a la Encomienda de Bolaños, la Dehesa del Batanejo.
  • En El Viso, la Dehesa de pasto de la Peña del Ajo, de la que le correspondían, a la Encomienda, el Diezmo y el Terrazgo.
  • Y, en Porcuna –Jaén-, la Dehesa de Alharilla, donde la Encomienda contaba con ermita y casa.
  • Dentro de las Rentas se encontraban los Diezmos, los Censos y los Derechos. Entre los Diezmos destacan el de las Sernas y tierras propias de Bolaños, unido al terrazgo; en Almagro, el diezmo de la Laguna del Acebuche; en La Puebla de Don Rodrigo, el diezmo del Lino, el del pan y el del vino de todo el término, el de producciones ganaderas –lana, queso, etc.-, etc.; en Corral el de la uva y el pan, excepto las Sernas, propiedad de la Encomienda de Corral; en Miguelturra, la mitad del diezmo de los ganados que pastan en la Dehesa del Batanejo; en El Viso, diezmo y terrazgo de la Dehesa de Peña del Ajo.
  • Respecto a los Censos, destacan en Bolaños el Censo Enfitéutico de la Dehesa de la Moheda, solicitada a la Orden de Calatrava en el Capítulo de 1535, siéndole concedida; y en Luciana, el censo sobre la Dehesa de Morillas, cuyos pagos se realizaban en abril y septiembre.
  • En cuanto a los Derechos, se señalan en Bolaños las penas y calumnias, los mostrencos  y la Escribanía  Pública; en la Puebla de Don Rodrigo, la Escribanía Pública, la mitad de los ingresos obtenidos por la venta de los pastos y una parte del Pedido de San Miguel que lo percibía la Mesa Maestral de Almagro; en Luciana, las Alcabalas  del término que se pagaban el día de Santa María de Septiembre -8 de septiembre-; y, en Abenójar, la Montaracía de la Dehesa de Villagutierrez.
  • Las Rentas de la Mesa Maestral se repartían equitativamente entre el Rey, Maestre de la Orden de Calatrava desde la incorporación de la Orden a la Corona en 1489 –ratificada por el Papa Adriano VI el 4 de mayo de 1523- y las diferentes encomiendas oscilaban fuertemente, de los 600 ducados de una pequeña a los 5000 ducados de una grande, como era el caso de la Encomienda de Bolaños.
  • Las encomiendas eran adjudicadas o vendidas por la Corona a miembros de la nobleza, especialmente eran el medio de vida de los segundones nobiliarios, que no sucedían en el mayorazgo, y su estructura judicial estaba intervenida por la Corona que también podía revocar el nombramiento en los casos de mala gestión del Comendador.
  • Desde la creación de la Encomienda de Bolaños se han sucedido numerosos comendadores, los cuales, hasta la incorporación de la Orden de Calatrava a la Corona, eran frailes calatravos y, a partir de entonces, los titulares de la Encomienda eran nobles nombrados por el Rey –Maestre de Calatrava desde 1489-.
  • El primer Comendador de Bolaños del que se tiene constancia es Fray Alfonso Gómez, en 1348, fecha en que estaría en funcionamiento la primera encomienda creada por los Maestres de la Orden de Calatrava tras su donación por Doña Berenguela de Castilla en 1229.
  • Existe un vacío de datos hasta 1537, año en que aparece como Comendador de Bolaños, nombrado ya por el Rey, Don Juan Pimentel, que en 1539 pasaría a ser Comendador de El Viso y Santa Cruz, es con éste con quien se refunda la Encomienda de Bolaños –confirmada en 1544-. En 1569 figura como titular Don Diego Fernández de Córdoba, según se menciona en las Relaciones Topográficas, que sería promocionado en 1585 a la Encomienda Mayor de Calatrava. En este mismo año aparece como comendador Don Juan Carlos de Heredia, que fue promovido a la Encomienda de Almagro en 1590. En 1591 era Comendador de Bolaños Don Pedro Enriquez de Acevedo, II Conde de Fuentes, que ostentaría el cargo hasta 1602. En 1603, recibiría la Encomienda Don Francisco Gómez de Sandoval, Conde de Ampudia, que posteriormente sería nombrado Duque de Lerma por Felipe III, del que fue ministro. Mientras el Conde de Ampudia fue Comendador de Bolaños, fue su administrador Don Francisco de Albornoz, que desde finales del siglo XVI y hasta principios del XVII iría obteniendo la administración de diversas encomiendas como las de Almagro –1598-, Herrera –1600-, Moral –1600-, la Obrería –1601- y El Viso y Santa Cruz –1605-. En 1680, Don Juan Carlos de Guzmán, XI Duque de Medina-Sidonia, figura como Comendador de Bolaños con goce de Frutos durante 16 años, a partir de la muerte de su madre, Doña Juana Fernández de Córdoba, viuda de Don Gaspar Juan de Guzmán, X Duque de Medina-Sidonia, del que pasó la Encomienda, por herencia, primero a su mujer y posteriormente a su hijo. En 1696, Don Juan Francisco de la Cerca, VIII Duque de Medinaceli, que tras su muerte en 1700, es sucedido por su hijo, Don Luis Francisco de la Cerda, IX Duque de Medinaceli, al que se le concede por 30 años la Encomienda. En 1731, aparece como Comendador Don Alberto de Gabre, Conde de Gourmigni. En 1744, era Comendador Don Antonio de Benavides, Duque de Santisteban del Puerto y Marqués de Solera. En 1783, figura como Comendador Don Bernardo de Gálvez y Madrid, que fue Gobernador de La Luisiana y tomó parte en la Guerra de Independencia Americana apoderándose de La Florida, por lo que se le concedió el título de Conde de Gálvez y la Encomienda de Bolaños. Tras su muerte en 1786 le sucede, su hijo, Don Miguel de Gálvez, II Conde de Gálvez, y en 1799, tras la muerte de Don Miguel, recibe la Encomienda de Bolaños, su hijo, el III Conde Gálvez que era menor de edad. A este último, en 1810, y a consecuencia de la Guerra de la Independencia Española, le fue secuestrada la Encomienda por su carácter de afrancesado. La Orden de secuestro fue dada en Cádiz, el 17 de mayo de 1810 y, aún, en 1835, la Encomienda continuaba secuestrada, que ya no volvería a manos señoriales debido al cambio del Antiguo Régimen al Nuevo, momento en que se abolen las encomiendas así como los demás signos e instituciones feudales.
  • Uno de los hechos más significativos de esta época en la historia de Bolaños tuvo lugar en 1489 con la incorporación de la Orden de Calatrava a la Corona de los Reyes Católicos, confirmada en 1523, lo que hizo que la antigua protección que los Reyes habían dado siempre a Bolaños en sus pleitos, se reforzase aún más, por ser éstos los nuevos Maestres de Calatrava. El primer hecho importante de este cambio de poder fue la refundación de la Encomienda de Bolaños en 1544, con pertenencias de la Mesa Maestral, de la que se habló en el apartado anterior.
  • El siglo XVI fue una época de decadencia y crisis, como se constata con la inundación provocada por el desbordamiento del arroyo Pellejero en 1502, que provocó grandes destrozos, quedando en pie la iglesia y el castillo  únicamente. Hizo más difícil la situación la sentencia de la Corona en 1540, que dictaminaba que todos los habitantes de Bolaños debían pagar la alcabala, aboliendo los privilegios de exención dados por Dª Berenguela de Castilla. Esto trajo como consecuencia el cese de los responsos que se rezaban por el alma de Dª Berenguela y sus sucesores y la emigración de numerosos vecinos a Almagro. Todo esto, más las epidemias, sequías, etc., que se sucedieron, hicieron del siglo XVI una centuria caótica para Bolaños.
  • También el siglo XVI fue una época de mucho movimiento político, del que no sería ajeno Bolaños, así en 1520 se repara el castillo y se prepara para la defensa ante el levantamiento de los comuneros, que serían derrotados en 1521 en Villalar –Valladolid- por el ejército imperial.
  • Desde la reconquista, se mantuvo una importante población árabe en Bolaños, debido a la permisividad de los primeros tiempos. Estos mudéjares vivirían en barrios aparte llamados morerías o aljamas, y estaban obligados a pagar unos tributos para así gozar de independencia económica y religiosa. Esto queda constatado con la existencia de una importante aljama mudéjar en Bolaños en 1388, que subsistía a través de la agricultura, como lo confirma un valioso pergamino de cuero que se halla en el Archivo Histórico Municipal.
  • El 20 de abril de 1502 los Reyes Católicos dan privilegio a las aljamas del Campo de Calatrava, para así dar protección a los mudéjares tras su conversión al cristianismo. Este hecho fue impuesto por el Cardenal Cisneros en 1492, tras la conquista de Granada, obligando a los vencidos a bautizarse o a marchar al exilio. Evidentemente, la mayoría de los musulmanes se decantaron por la primera opción, pero los cristianos viejos desconfiaban de la sinceridad de su conversión, lo que fue creando un caldo de cultivo para las envidias, recelos, etc., que impulsaría al alejamiento de los mudéjares de cargos públicos.
  • Esta situación de intolerancia sufrida por los nuevos conversos culminaría en las frecuentes visitas de la Inquisición a Bolaños, debido a las sospechas de que los moriscos de la aljama bolañega aún seguirían practicando la Ley de Mahoma.
  • Bolaños formaba parte de las llamadas “Cinco Villas del Campo de Calatrava” –Almagro, Bolaños, Aldea del Rey, Daimiel y Villarrubia de los Ojos-, conocidas por su abundancia de población morisca y de otras etnias. Los moriscos de estas villas acuden en 1538 al Inquisidor General Manrique para oponerse judicialmente  a la Inquisición, pidiendo que se suprimieran los Sambenitos y las confiscaciones de bienes, y que para las acusaciones formales de herejía fueran necesario tres testigos concordantes. Todo esto era respaldado por un Breve Papal de fecha 5 de marzo del mismo año, aunque no sería muy respetado por los inquisidores, como atestiguan la multitud de procesos inquisitoriales llevados a cabo en Bolaños.
  • En la documentación existente se constata que en 1543 el 70% de la población de Bolaños era mahometana, la más alta de las “Cinco Villas”, y seguiría aumentando tras la llegada de nuevos contingentes granadinos que se dispersaron por Castilla tras las rebeliones de 1568-70 de las Alpujarras.
  • Los moriscos de Bolaños, con el transcurso del tiempo y la convivencia con los cristianos viejos habían perdido la lengua árabe, y cuando se reunían para leer el Corán, éste tenía que ser traducido al castellano para que pudiera ser entendido.
  • Gran parte de la comunidad comía carne degollada según el ritual musulmán, de lo que era especialista Lope de Almerique, a quien acudían multitud de mujeres para este menester, ya que el Islam prohíbe a las féminas degollar la carne que se han de comer. Lope fue procesado por haber dicho 60 veces “Pese a Dios”, y por enseñar oraciones musulmanas a sus vecinos, muchos de los cuales no las conocían completas. También fue procesada su esposa Isabel López, alias “la gorda”, que trabajaba, incluso los días festivos, cosiendo, ya que tenía muchos hijos a los que alimentar. En cierta ocasión se la invitó a comer cerdo sin que ella lo supiese; cuando se enteró se introdujo las manos en la boca para vomitar. Esta invitación maliciosa, hecha en broma o para confirmar sospechas, era muy frecuente en las relaciones de los  cristianos viejos con sus vecinos moriscos.
  • De la ignorancia o despreocupación de estas gentes con respecto a la religión católica es ejemplo esta misma mujer, la cual después de confesar se hartaba de comer y luego comulgaba tranquilamente. Fue condenada a cárcel discrecional.
  • En Bolaños ambas comunidades no estaban mezcladas. Así, un morisco que se casó con una cristiana vieja fue rechazado por todos los demás. Aquí las tradiciones y supersticiones musulmanas eran visibles, aunque estaban muy deterioradas. De esta forma, era público que los jueves por la noche los moriscos holgaban y hacían sus juergas, siendo visto como natural por el resto de la población.
  • La hechicería también destacaba en esta comunidad. La más famosa hechicera en Bolaños era Teresa López, a quien recurrían con frecuencia mujeres de los pueblos cercanos. Aconsejaba a las recién paridas que pusiesen unas tocas, cintas, trenzado y un cepillo a una escoba de cabezuelo, a manera de mujer, y la colocasen tras la puerta de sus casas diciendo a la escoba: “Vos doña dueña aquí estad y guardad, y a quien viniere recibidle mal”, con lo cual la criatura no recibiría daño alguno. Esta misma mujer, los días de Año Nuevo derramaba puñados de trigo por las casas diciendo: “Tantos granos, tantos buenos años”. Sin embargo, fue procesada, porque estando una mujer moribunda llegó el cura para administrarle la Eucaristía y Teresa la persuadió para que no la recibiese.
  • Y es que los moriscos lo eran en público y en privado, y no les importaba el estar bautizados ni las creencias de los cristianos, considerando, por otra parte, la relativa poca importancia que les prestaba el Santo Oficio y la suavidad de las penas, como se ve claramente en el caso de Martín de Olit, quien yendo de camino con otras personas, al pasar junto a la ermita de Nuestra Señora, todos entraban menos él, que se excusó diciendo: “Más se quería ir a meter entre las nalgas de su mujer y abrazarse con ella aquella noche, que no entrar a ver a Nuestra Señora, que no tenía cuenta con Nuestra Señora ni le daba ella lo que había menester”, lo que le costó un año de cárcel.
  • En medio de todos estos procesos –unos treinta-, desconfianzas, etc., se ejecutó la expulsión definitiva de los moriscos en 1609, llevada a cabo por el Duque de Lerma, Ministro Universal de Felipe III, que fue comendador de Bolaños desde 1603. Estos fueron desterrados por regiones y embarcados hacia el Norte de África u obligados a cruzar la frontera francesa. Los expulsados de Bolaños saldrían la víspera de San Juan y el día después, pero a pesar de la orden de expulsión, parte de los moriscos de Bolaños resistieron y otros se volvieron, ocultándose en los campos, alegando como defensa que se habían convertido al cristianismo en la Conversión General de 1492.
  • En 1625, los moriscos de las “Cinco Villas” reclaman a Felipe IV los privilegios y cédulas que les habían concedido los monarcas anteriores y que habían sido abolidos con el Decreto de Expulsión. Este rey restaura los antiguos privilegios de las “Cinco Villas del Campo de Calatrava”, y ordena que no se les molestase y se les amparase y defendiera. Entre los apellidos de los peticionarios de los privilegios destacaban algunos que aún perduran en Bolaños, como Aranda, Naranjo, Carretero, Gallego, etc.
  • El Edicto de Expulsión trajo como consecuencia la despoblación y el empobrecimiento de Bolaños, ya que los moriscos eran el motor de la economía, que estaba basada en la agricultura y la ganadería. Todo esto fue motivo de numerosas quejas de los cristianos viejos que habían convivido con los moriscos, debido a la grave crisis económica y demográfica y a las epidemias, hambre, etc., en la que se veían sumidos, llegando a quedarse la población con cien vecinos en 1652, menos de la mitad que en 1575, y tardando un siglo en recuperarse poblacionalmente.
  • Pero no sólo contaba Bolaños con una comunidad morisca, así, aunque con menor importancia, también existía una pequeña judería, hecho que se explica por la situación de Bolaños entre los dos caminos reales que atravesaban la provincia: Toledo-Córdoba y Toledo-Granada, donde se establecieron las principales comunidades judías en la zona.
  • La crisis que se venía arrastrando desde el siglo XVI se ve reflejada en las Relaciones Topográficas mandadas redactar por Felipe II en 1575, que fueron realizadas en 1578 por el clérigo Agustín del Castillo. Esta preocupación de la Corona por conocer el estado de sus territorios no sería la única, sino que posteriormente tuvo su réplica con el Catastro del Marqués de la Ensenada de 1752-53. La información obtenida por la Corona a través del Catastro daría una visión clara de los bienes y derechos de los que podía disponer y de otros que estaban en manos de particulares o de la iglesia. Contra los bienes raíces pertenecientes a hospitales, hospicios, cofradías, pósitos, etc., Carlos IV daría la orden de enajenación total, llevando los productos de las ventas a la Casa de Amortización, bajo un interés anual del 3% y una hipoteca especial. En Bolaños se desamortizarían los bienes del Hospital de Santa María la Mayor, del Pósito Pío de Gaspar Martín, etc.
  • En esta época fue importantísimo el papel desempeñado por el “Honrado Concejo de la Mesta de los Pastores de Castilla”, fundado por Alfonso X en 1273, cuya misión era organizar la trashumancia de los ganados, y que poseía privilegios y protección real. Bolaños tenía independencia jurisdiccional, y su concejo se encargaba de mediar entre la Mesta y los propietarios de fincas que se quejaban de los destrozos que los ganados ocasionaban en las cosechas.
  • De la época de la trashumancia de los ganados, que se trasladaban del Norte al Sur en invierno para pastar, por sus mejores condiciones climáticas, han quedado numerosos topónimos en Bolaños, como las Veredillas, los Majales, el Chozo de Barro, el Contadero–existen dos caminos con ese apelativo-, las Herrerías, y también vías utilizadas por los ganados como la Cañada del Carrerón, la Vereda, la Vereda de las Lomas, la Vereda de Cabezas Gordas y Sendas como la Senda de Cabeza Gorda, la Senda del Barranco Hondo, la Senda de los Castillones, la Senda de los Leneros, etc. Desgraciadamente muchos topónimos se han perdido con el paso de los años, pero los que aún existen reclaman la importancia que la zona tuvo para la ganadería.
  • Esta etapa se caracterizó por ser el inicio de la crisis que viviría el país durante el siglo siguiente.


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