Pinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII. InicioWEB personal con 42.663 páginas, 186.363 imágenes
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Pinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII
Pinturas rupestres
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Pinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII. Pinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII. Antropomorfo clavando algo en los cuartos traseros de un jabalíPinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII. Antropomorfo inferior en representación de alguna danza
Pinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII. Antropomorfo clavando su arma a un jabalí y a su derecha las extremidades inferiores de un zooformoPinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII. Restos del toro más a la izquierda con una flecha o lanza clavada en la parte inferior y otra en la parte superiorPinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII.
Pinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII. Antropomorfo inferior zoomorfizado agachado en representación de alguna danzaPinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII. Pinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII. Zoomorfo más a la derecha
Pinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII. Restos de otro toro que está entre el antropomorfo agachado de la danza y el toro que va a ser cazado por el arqueroPinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII. Detalle de la cabeza del jabalí y a su derecha en la parte superior los restos de un zooformoPinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII. Detalle del tocado y brazos con sus manos del antropomorfo agachado inferior en representación de danza
Pinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII. Arquero disparando a un toroPinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII. Antropomorfo con los brazos en asaPinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII. Calco
Pinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII. Pinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII. Pinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII.
Pinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII. Pinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII. Panel VII y VIIIPinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII.
Pinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII. PanelPinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VII.
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  • Pinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I, pertenecientes al Grupo II (Pinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II).
  • Está situado a la derecha del panel 6 (Pinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VI) y a 1’30 m. del suelo y constituye la parte más vistosa del yacimiento y la que presenta una mayor aglomeración de motivos.
  • En este grupo pudo haber una fase inicial de la que sólo quedan multitud de trazos lineales de color negro y fino espesor, que debieron corresponderse con figuras antropomorfas o de otro tipo, ya casi perdidas.
  • En parte superior se observan dos pequeños antropomorfos filiformes, muy incompletos, con la cabeza aplanada y de color negro, que debieron formar parte del grupo 6 (Pinturas rupestres de la Cueva del Engarbo I. Grupo II. Panel VI).
  • A continuación hay un zoomorfo de gran tamaño, muy deteriorado y cubierto de una pátina negruzca que dificulta su identificación. Posee dos flechas clavadas en el vientre y su color es rojo muy oscuro.
  • Descendiendo al siguiente nivel, de derecha a izquierda, junto a los restos de una figura de color rojo a la que parece asociarse un arco, observamos un antropomorfo de brazos en asa, de aspecto esquemático y color negro, que se encuentra sobre una línea horizontal de color rojo oscuro. Le sigue un antropomorfo de rasgos lineales y color negro y dos pequeños cápridos. El primero de ellos es de color rojo oscuro, posee el cuerpo desproporcionadamente grueso y afectado por un desconchón, presenta indicación del rabo, las extremidades cortas, rígidas y horizontales, en plena actitud de movimiento, y unos abultamientos en la zona ventral que pueden indicar una herida con desgarro intestinal. Se superpone a un par de trazos finos de color negro, situados bajo su cabeza y cuello. El otro cáprido está muy incompleto y sólo conserva la cabeza y las dos patas delanteras, una con una pezuña bisulca. Su color es rojo oscuro. A continuación, y afectadas por el mismo desconchón, se encuentran cinco extremidades con sus correspondientes pezuñas que debieron pertenecer a otros dos cápridos del mismo tamaño y color que el anterior.
  • Enlazando con el nivel anterior nos encontramos, en un nivel medio, con tres figuras: dos zoomorfos de gran tamaño y, entre ambos, un antropomorfo. El zoomorfo izquierdo es de color rojo muy oscuro y está muy deteriorado, aunque se percibe su aspecto naturalista y un cuerpo ejecutado con tinta plana irregular. Presenta las patas delanteras extendidas en posición de carrera y posee una flecha sobre el lomo y otra en el vientre con una emplumadura cruciforme. Ambas flechas son de color rojo claro y están infrapuestas al cuerpo del animal, por lo que debieron pertenecer a una figura anterior de la que se conservan otros restos del mismo colorido que las flechas.
  • El zoomorfo de mayores dimensiones, a juzgar por la forma de su cabeza y por la presencia de colmillos y de un rabo muy corto, pudiera representar un jabalí, si bien, su cuerpo es desproporcionadamente grande con respecto a los otros zoomorfos de su misma fase. Está ligeramente inclinado y presenta las extremidades rígidas, paralelas y con indicación de las pezuñas. Bajo su vientre sobresale un trazo perteneciente a otra figura ejecutada anteriormente y de color rojo claro.
  • Su rabo también se superpone a los pies de un antropomorfo naturalista de color rojo claro, situado entre los dos zoomorfos descritos, que aparece flexionado por la cintura, con un postizo a modo de rabo y sosteniendo con sus largos y arqueados brazos lo que parece un arma o instrumento rígido aparentemente dirigido hacia el jabalí, de cuyo lomo sobresale un pequeño abultamiento. Hay que resaltar que el instrumento rígido no iba dirigido inicialmente hacia el lomo del zoomorfo ya que el antropomorfo se ejecutó con anterioridad.
  • En el nivel inferior, de derecha a izquierda, distinguimos un zoomorfo de color rojo muy oscuro y decapitado por un desconchón, que presenta diversos apéndices en sus extremidades, quizás aludiendo a su abundante pelaje y a las pezuñas o a la presencia de garras, lo que conduciría, en este caso, a pensar en la presencia de un oso.
  • Delante de él hay un pequeño arquero muy incompleto, de color negro y finísimo trazado.
  • A continuación nos encontramos con una escena de caza compuesta por un arquero y un toro. El arquero posee un tocado triangular, una pierna y un pie engrosados y un arco de medianas dimensiones con el que se dispone a disparar una flecha con punta irregular y asimétrica. El toro aparece inclinado y con la extremidades rígidas y paralelas, observándose en una de ellas los trazos con los que se rellenó el interior de la figura. Presenta indicación del rabo con su pelaje y las pezuñas bisulcas. Un desconchón afectó a la cabeza, por lo que no podemos apreciar la cuerna. El color de ambas figuras es rojo muy oscuro.
  • Detrás del toro hay una figura del mismo color y de tosca ejecución, que presenta perfiles poco nítidos, rabo corto, extremidades terminadas en garras o dedos y una cuerna en perspectiva semitorcida. Se ejecutó sin siluetear previamente su contorno y con una longitud de 14’5 cm.
  • Finalmente, nos encontramos con un antropomorfo naturalista de color rojo claro que debió formar escena con el antropomorfo situado sobre el jabalí. Está también flexionado por la cintura, aunque en dirección contraria, y posee otro postizo a modo de rabo. Presenta tocado trianguliforme de vértices redondeados, brazos flexionados a ambos lados del tronco, uno de ellos con indicación de los dedos de la mano, y piernas también flexionadas sin indicación de los pies. El fino trazado de su contorno se percibe en la espalda y es de una tonalidad más oscura, haciendo parecer que la figura ha sido retocada. En esa misma zona se advierten las pezuñas del jabalí, y aunque aquí no está tan clara su posición relativa, creemos que el zoomorfo se ejecutó con posterioridad. Por su parte, el antropomorfo se superpone a un fino trazo de color negro situado a la altura del cuello. Su actitud sugiere la expresión de un movimiento forzado, tal vez de una danza. Es posible que los dos antropomorfos zoomorfizados estuvieran relacionados con la figura que sobresale por el vientre del jabalí.
  • De forma global y atendiendo a las superposiciones y disposición de los motivos, se detectan en este grupo cinco fases de ejecución. La primera estaría formada por algunos antropomorfos levantinos de color negro y por múltiples restos y finos trazos del mismo color que se perciben bajo las figuras de las fases siguientes. La segunda fase se corresponde con las figuras de cápridos situadas sobre el jabalí. La tercera estaría representada por los antropomorfos zoomorfizados de color rojo claro. La cuarta por los zoomorfos de mayor tamaño y color rojo muy oscuro, con uno de los cuales se asocia un arquero. Finalmente, la quinta estaría representada por la figura negra de brazos en asa.

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Página confeccionada por Francisco Miguel Merino Laguna
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