Se encuentra a diez kilómetros de la actual localidad de Castellar Nuevo.
Contiene, tras atravesar dos torres albarranas, un conjunto medieval bien conservado con sus calle empedradas, cubiertas de teja árabe a una o dos aguas, pavimentos, puertas, ventanas con portillos de madera en vez de cristales, arquerías, etc., que muestran fielmente sus orígenes constructivos.
En la actualidad, la mayoría de las casas se han rehabilitado para albergar casas rurales.