Químicamente es dióxido de manganeso, que puede presentar una gran cantidad de hábitos cristalinos, aunque en general se presenta en forma de agregados cristalinos fibrosos.
El nombre procede del griego, piro es fuego y lousis es lavadura, ya que en la antigüedad se usaba para quitar el color verdoso que le daba al vidrio la presencia de componentes de hierro.
Lo más normal es que la pirolusita tenga un origen sedimentario, formado por deposición de manganeso en un ambiente de sedimentación lacustre o en ciénagas.
También en otras ocasiones se forma como producto de la oxidación por factores climáticos de otros minerales del manganeso. Por ello, es frecuente encontrarlo asociado a limonita, hematita, cuarzo, manganita, psilomelana y otros minerales óxidos de hierro y manganeso.
Muy común en todo el mundo y, junto con la rodocrosita, son la principal mena del manganeso.
La extracción de manganeso de la pirolusita se lleva a cabo por electrólisis.
El manganeso es un metal muy valorado estratégicamente, pues es un componente del acero y otras aleaciones tales como el bronce-manganeso.
Como es un agente oxidante se usa para la fabricación de cloro y desinfectantes (permanganatos).
También se usa para la decoloración del vidrio, pues cuando se mezcla con el vidrio fundido se oxida el hierro ferroso a hierro férrico, con lo que desaparecen los colores verdosos y marrones que tendría el vidrio.
Se usa también como material colorante en la fabricación de pinturas verde y violeta y en tintes para telas, así como para dar colores violeta o ámbar a azulejos y cerámica.
La variedad polianita se suele extraer en centroeuropa.
Enormes depósitos de pirolusita se están explotando en Georgia, en el Decán (India), Brasil, Ghana y Sudáfrica.
En España hay importantes yacimientos en Asturias y Huelva.