Edificadas entre 1496 y 1530 en una sola planta, pues la segunda se agregó más tarde.
Se trata de una serie ininterrumpida de 50 arcadas en Planta Baja y 100 ventanas en la Planta Alta.
Servían de residencia a los 9 procuradores encargados del mantenimiento de la Basílica y ocupan el lugar de las viejas casas que antes habitaban éstos.