De él se conserva su arco y una torre adosada al recinto interior, que lo defendía.
Frente a esta puerta, al otro lado del río, se alzaba la Rorre de la Muela, hoy arruinada, que protegía el acceso desde la ciudad al río.
Antes de llegar al Portal, a la derecha hay una pequeña calle que nos lleva a un pequeño jardín-mirador desde el que se divisa la parte posterior de la Catedral y el castillo.