- Capilla de la Catedral de Sigüenza.
- Frente al coro (Catedral de Sigüenza. Coro), siguiendo la vía sacra que comunica ambas estancias, se llega a la Capilla Mayor.
- Ciérrala un gran reja obra de Domingo de Zialceta, que la construyó entre 1628 y 1633, añadiendo Juan Rodríguez Liberal el calvario que la culmina.
- El conjunto fue costeado por el obispo fray Pedro González de Mendoza.
- A ambos lados, flanqueando la entrada, se hallan dos extraordinarios púlpitos: el de Epístola y el del Evangelio.
- El primero, gótico, se construyó en 1495 por deseo del cardenal Mendoza y sus bellas imágenes parecen corresponderse con los títulos eclesiásticos que ostentara.
- El del Evangelio, palteresco, fue labrado por Martín de Vandoma entre 1572 y 1573, y en sus cinco tableros se representan escenas de la Pasión. Destrozados durante la pasada guerra civil, hoy es posible admirarlos gracias a la restauración llevada a cabo por Florentino Trapero.
- Ya en el interior, podemos contemplar varios sepulcros.
- A mano izquierda el de Don Pedro de Leucata, el más antiguo,y, sobre la puerta de entrada desde la girola, el de fray Alonso Pérez de Zamora, obispos seguntinos ambos.
- En el otro lado, el magnífico de don Alonso Carrillo de Albornoz, también prelado de Sigüenza y cardenal de San Eustaquio, sobre la puerta de paso a la girola. Labrado entre 1436 y 1447, el frente del sarcófago se constituye en valioso friso que recoge escenas de la vida de San Eustaquio.
- Más abajo y cercanos a la entrada al presbiterio se superponen los sepulcros de su sobrino don Gome Carrillo de Acuña y de su esposa doña María de Castilla, obras asimismo elegantes.
- Retablo mayor: Se alza siete esbeltos ventanales que delimitan el ábside e iluminan la capilla, presidido en lo alto por el escudo de armas del obispo fray Mateo de Burgos, quien encargó su construcción. Es obra del gran Giraldo de Merlo, que lo hizo entre 1609 y 1611, aunque no se consagraraía hasta ocho años después y esta formado por tres cuerpos, jónico, corintio y compuesto.
- Digno de contemplarse en su totalidad, nos centramos en en el eje formado ,de abajo a arriba, por el gran tabernáculo, de estilo herreriano, bajo el frontón que contiene el Espíritu Santo; sobre él, la Asunción de nuestra señora, titular de basílica, rodeada de angelitos y en el último cuerpo, un Calvario.