Es un vano con un corte sesgado de las jambas hacia el interior que se habilitaba en los muros para permitir la defensa protegiendo al defensor.
La utilización de este vacío era para armas de fuego, de ahí su forma terminada en círculo para el cañón y con una cruz superior para facilitar la visión del tirador.
Este tipo de tronera deja de utilizarse hacia 1520 cuando la artillería francesa desmonta las piezas que defendían el Castillo de Pamplona