Este lepidóptero, propio de la mitad sur de España, se encuentra en expansión. Hay constancia de su presencia en puntos del suroeste de la provincia de Ciudad Real.
Los nombres comunes más empleados son: oruga de los prados, oruga peluda y telaraña, este último debido a la tela que recubre las colonias jóvenes.
Se trata de un insecto polífago que puede atacar a los cultivos, aunque generalmente se sitúa en las superficies destinadas a pastos, lindes y eriales.
Los machos son mariposas con manchas de color negro sobre fondo blanco.
Las hembras son ápteras con el abdomen muy abultado y cubiertas por una densa capa de pelo gris oscuro que se desprende al realizar la puesta.
Los huevos son de color ámbar pálido, esféricos y se agrupan en una bola de color
El número de la puesta es 700 a 1000 huevos.
Las larvas son negruzcas y se van recubriendo durante su desarrollo de pelos de color variable, alcanzan alrededor de 2-3 cm de longitud.
Las crisálidas son de color marrón, redondas, de 1 cm de longitud y se encuentran en el suelo entre los 10 – 20 cm de profundidad.
En condiciones normales, la emergencia de adultos se produce de octubre a diciembre según zonas.
Una vez realizada la puesta la incubación dura de 40 a 70 días, por lo que la eclosión se produce en los meses de diciembre y enero.
Las larvas forman colonias refugiadas bajo telarañas que ellas mismas tejen.
Las colonias se desplazan alimentándose de las plantas herbáceas situadas bajo la telaraña.
En los meses de marzo-abril se dispersan, se alimentan vorazmente hasta que alcanzan la madurez y crisalidan en el suelo.
El periodo de crisalidación dura varios meses y en el otoño siguiente darán nuevas mariposas.
Un número indeterminado de crisálidas no da adultos en el otoño siguiente sino a otro.
Las labores destruyen gran número de crisálidas y puestas, por lo que es más difícil ver telarañas en los terrenos cultivados.
Las lluvias otoñales favorecen la salida de adultos.