Se trata de una estatua a tamaño real, dedicada al que fuera obispo de Salamanca, Tomás de Cámara y Castro (Padre Cámara), fue costeada mediante suscripción popular por iniciativa de D. Juan Montero presidente del Circulo de Obreros.
Obra del escultor Aniceto Marinas García.
Fue colocada sobre un pedestal concebido por el arquitecto Enrique María Repullés.