Kilix, quílice o cílica,2 (plural cílicas; del griego κύλιξ "copa").
Es una copa típica de la cerámica griega clásica, semejante a un cáliz para beber vino y similar al enócoe.
Presenta un cuerpo poco profundo y ancho con dos asas opuestas, todo ello levantado sobre un "pie vertical de poca altura".3
El círculo de interior casi plano sobre la base de interior de la copa, llamado tondo, fue la superficie principal para la decoración pintada en las cílicas de figuras negras o figuras rojas del siglo VI y V a. C. Como las representaciones estaban cubiertas de vino, las escenas sólo se revelaban por etapas cuando el vino se apuraba. Fueron a menudo diseñados con esto en mente, con escenas creadas con el propósito de que sorprendieran al bebedor al quedar al descubierto.
Como el principal uso de la cílica era en los simposios, a menudo se decoraban con escenas divertidas, románticas, o de naturaleza sexual, que se hacían visibles cuando el asistente se bebía la copa. Dioniso, el dios del vino, y sus sátiros eran temas corrientes. También se representaban escenas de amor heterosexual o pederástico, sexo u orgías. La forma de la cílica permitía al bebedor hacerlo mientras estaba recostado, como se hacía en los simposios.