Se compone de una serie de torreones de mampostería y un cerramiento interior de tapial muy delgado y puro, bastante agujereado de mechinales, que
hace la función de tabique sobre una pared rocosa inaccesible desde el
exterior.
Podrían corresponder a una obra cristiana del siglo XIII en su segunda mitad cuando la fortaleza fue tomada por Castilla.
Desde
1280, en que Granada lo recuperó, hasta 1431 en que vuelve a perderlo,
los granadinos mantendrían y obrarían en este nuevo recinto.
Posiblemente el tapial tabiquero, cuya delgadez es bastante singular,
sea obra musulmana de este período.
Tenía dos puertas, una sería poterna y la otra la principal de la fortaleza, orientada al Norte.
Ésta pudo ser de recodo, abierta en el interior de una torre de la que hoy quedan escasos trazos.
A intramuros de este recinto se encuentra la modesta Ermita del Castillo y un posible nevero.