En tiempos posteriores a la reconquista se le abrió una puerta para facilitar el paso por esa zona.
La brecha en esta estructura que permite aislar más aún si cabe el importante conjunto que corona el cerro de Santa Catalina no se corresponde con una puerta, se trata de una perforación efectuada en época más o menos reciente para comunicar los dos extremos de la ladera Sur del Cerro y pudo tener un uso ganaredero y forestal.
Si aquí hubiese existido una puerta o portillo, este hubiese quedado reflejado en la cartografía histórica que se conserva de los siglos XVIIII y XIX, y ademas en el caso afirmativo de que fuese un portillo, el enemigo podría haber alcanzado la base de las murallas del Alcázar Nuevo sin dificultad, y lo más importante, llegar a la poterna (Castillo Nuevo de Santa Catalina. Poterna) de ese alcazar (Castillo Nuevo de Santa Catalina), con lo que se dificultaría su defensa.
En la perforación no quedan restos evidentes de que hubiese vano alguno, su objetivo es cerrar una terraza natural que conforman las paredes rocosas que configuran la ladera Sur.
La poterna del Alcázar nuevo se tapio aproximadamente sobre 1809, con el fin de acondicionar el patio inferior, cubriendo los restos de las dependencias y desniveles existentes en la fortificación durante la Edad Media. Al haberla tapiado es posible que no apareciera en los planos del siglo XIX pero si en los planos del siglo XVIII que tampoco aparece.