Voz proveniente del imperativo del verbo "detenerse".
Es un escapulario, chapa o trozo de tela con la leyenda "Detente, bala" o "Tente, bala" que llevaban junto al corazón algunos soldados de las distintas guerras españolas de los siglos XIX y XX.
Dicha leyenda solía estar acompañada por una representación del Sagrado Corazón de Jesús.
Los detentes se asocian normalmente con el movimiento carlista.