La construcción sirvió como Cuartel de la Remonta de Caballería hasta su desamortización.
Cuando pasó a manos privadas se reformó con un ambicioso plan de rehabilitación del conjunto.
Se amplió entonces la casa vieja con otra nueva unida por medio de un patio trasero con fuente.
Posee dos plantas y tres series de vanos en cada una, destaca la forma mitral de los arcos y la presencia de un torreón-mirador con los vanos recercados en ladrillo, que le da un aspecto regionalista.