Cuenta la leyenda que este fue el lugar donde Alfonso XI plantó su campamento.
Su origen se debió a la necesidad de canalizar el manantial que abastece a la población.
Fue construida por Francisco del Castillo en el siglo XVI, aunque también intervino el cantero local Alonso González Bailén.
Está compuesta por un amplio frontispicio de estilo manierista.
Toda la superficie de la construcción presenta almohadillado de mármoles polícromos y en el centro, una hornacina con la imagen de la Virgen de la Cabeza.
Sobre las rocas del manantial existen diferentes relieves, un pastor con sus ovejas y las figuras de Neptuno, Anfítrite y la Medusa.