La Sala de los Estucos de la reina María Luisa ha conservado, con algunas pequeñas excepciones, su decoración original.
Fue diseñado por Sabatini en 1791 inspirándose en diseños antiquizantes, quizá por influencia de las excavaciones de Pompeya y Herculano que se hacían en aquel tiempo.
La ornamentación de la estancia corresponde a los estuquistas Domenico y Giuseppe Brilli.