Conserva la portada renacentista, con arco de medio punto con dovelas de sillería y clave resaltada, sobre la que se sitúa, a eje, un nicho sin imagen.
Alterna en la fachada la mampostería, en su frontal predomina el muro sobre el vano y se cierra mediante un hastial asimétrico con óculo circular.
En uno de sus laterales va ubicada una torre de base cuadrada, desproporcionada en su volumen respecto al resto del templo, con elementos neogóticos en su cuerpo superior, como las dobles parejas de esbeltas ventanas con arcos apuntados o los pequeños pináculos de sus esquinas.
El crucero va acusado en su exterior por una pirámide octogonal cubierta con teja arábe.
En su interior destaca el artesonado mudéjar de madera del coro.
Sobre la iglesia se poseen pocos datos, entre otras cosas porque su archivo se perdió en su totalidad en la Guerra Civil y la mayoría de los objetos de culto, imágenes y retablos.