Roca sedimentaria evaporítica formada en los desiertos, de ahí su nombre, cuando se forman diversas capas de yeso, agua y arena.
Forma cristales muy bellos que recuerdan la forma de una flor, de ahí la denominación de rosa.
Suele ser de color arena oscura.
Por su composición sería apto para ser usado en la construcción, pero su contenido en arena hace inviable este uso, por lo que su interés es plenamente ornamental y/o decorativo.
Se asocia la cristalización de rosas del desierto con ambientes fuertemente evaporíticos ricos en aguas sulfatadas. Esta agua se dispersa en el sedimento arenoso/lutítico, se evapora y precipita yeso en numerosos cristales que se intersecan y crecen entre ellos.
Sus principales yacimientos se han registrado en Argelia (desierto del Sáhara), Túnez, España (Fuerteventura, Islas Canarias; Canet de Mar, Cataluña; La Almarcha, Cuenca) y en EEUU (Cochise, Arizona).
Esta se encuentra en casi todas las zonas del planeta con clima desértico, con suelo arenoso y rico en yeso. Sin embargo, las más hermosas se encuentran en el desierto del Sáhara.
Al ser un mineral muy blando se debe de tener mucho cuidado en su limpieza y conservación, siendo aconsejable limpiarla con un pincel blando humedecido en agua. También se debe de tener cuidado a la hora de usarla como decoración, ya que desprende arena, por lo que se deberá limpiar el lugar donde se coloque periódicamente.