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Palacio del Capitán Quesada
Cruz, Escudos, Palacio, Siglo XVI
Conocido también como Palacio de los Quesada-Ulloa.
En la Plaza de la Merced número 2 esquina con la Calle Almendros Aguilar.
Señorial casa-palacio
De mediados del Siglo XVI.
Se levantó para morada del capitán don Fernando de Quesada y Ulloa, que fue Caballero Veinticuatro de la Ciudad y Corregidor en Cádiz, Jerez de la Frontera y Gibraltar; hijo de otro célebre militar, Quesada “El Mellado”, héroe con los tercios de Italia.
Fernando de Quesada y Ulloa era hijo de Alonso de Quesada el viejo, alcaide de la Puerta de Granada durante la conquista (Muralla. Puerta de Granada).
Inhabitable en 1752, arruinada, propiedad de su descendiente, Don Vicente Fco. de Quesada y Salazar, Conde del Donadio y propietario del mayorazgo, residente en la Calle Cruz Verde (Calle Las Cumbres).
La fachada, aunque transformada, todavía conserva restos de la ornamentación original.
Se remata con galería de arcos de medio punto.
La portada adintelada con sillares labrados y escudo heráldico sobre la puerta sostenido por dos tenantes.
En la fachada se muestra el Escudo de los Viedma y Quesada. Es un pavés partido y el primero son las armas de los Viedma: un palo rojo sobre campo de plata, y bordura con ocho calderas de sable negras, puestas boca abajo, y el 2º que es Quesada: En gules, cuatro bastones de plata, cargados de 4 armiños de sable cada uno.
Destaca la torre en el ángulo de la plaza con la Calle Almendros Aguilar, con ventanas geminadas en la última planta y balcón en primera planta, en el que aún se aprecian medallones emblemáticos de héroes clásicos y restos heráldicos de estilo correspondiente a mediados del siglo XVI.
En su interior un espacioso patio con galería de arcos sobre columnas.
Fue propiedad de la familia de Bertín Osborne.
Muy deteriorado tras servir de sede a varios colegios, al Colegio de Carmelitas y Hermanos Maristas, después fue ocupado por la Caja de Reclutamiento Provincial, se restauró por la Escuela Taller para ser sede de la Biblioteca Pública Municipal y Archivo Histórico Municipal.
En 1924 el arquitecto Luís Berges Martínez eleva sensiblemente la altura de la última planta y añade dos secuencias de arquerías.